Tiene propiedades desinfectantes, blanqueadores y antisépticas. Pero, ¿es apta para limpiarlos?

El agua oxigenada es uno de los elementos más utilizados por los argentinos en temas de salud. Ante cualquier eventualidad, sea un raspón, un corte o una lastimadura, las personas suelen poner agua oxigenada en un algodón y hacer presión.

Una de las creencias populares más grandes es que es muy útil para limpiar los cepillos de dientes. ¿Se puede realmente? ¿Es sano para la dentadura? ¿Daña al cepillo?

Lo cierto es que se puede limpiar un cepillo de dientes con agua oxigenada de manera eventual o con una frecuencia muy baja. Es trascendental que se controlen las proporciones y que se tengan en cuenta los riesgos que genera para nuestra salud dental.

El uso habitual del agua oxigenada no es recomendable, ya que puede causar irritación en las encías, la lengua y el paladar. Además, puede dañar coronas, empastes o implantes dentales. El proceso consiste en sumergir el cepillo de dientes en agua oxigenada diluida al 1% durante un minuto.

La opción más viable para cuidar nuestros dientes es cambiar de cepillo frecuentemente (se estima que cada tres meses), aunque hay algunas maneras para que perdure más. Guardarlo sin tapar, separado de otros cepillos, en posición vertical para que se seque al aire, hace que impida el crecimiento bacteriano.

Otros usos del agua oxigenada en odontología

La desinfección del cepillo de dientes no es el único motivo por el que el agua oxigenada se metió en el mundo de la odontología. Sus propiedades antisépticas y blanqueadoras en el agua, hacen que la gente las piense como tratamientos dentales o remedios caseros que, en definitiva, son poco recomendables.

• Pasta de dientes casera: La mezcla de bicarbonato sódico y agua oxigenada como pasta de dientes casera, puede provocar una abrasión excesiva, desgastando el esmalte dental e irritando las encías.
• Blanqueamiento dental: Existe el caso del blanqueamiento dental con agua oxigenada diluida aplicada directamente sobre los dientes con un bastoncillo. Esto es muy grave, ya que puede producir irritación y abrasión de las mucosas, así como desgaste del esmalte, lo que puede conllevar en un aumento de la sensibilidad dental permanente. La gran mayoría de los tratamientos de blanqueamiento prescritos por el dentista, contienen peróxido de hidrógeno como elemento principal, pero se realizan de manera controlada por un profesional cualificado.

• Uso del agua oxigenada en tratamientos de gingivitis y periodontitis: El agua oxigenada puede ser útil en estos tratamientos, pero al igual que en el blanqueamiento dental, se han de realizar los tratamientos con productos específicos de la mano de un profesional.

Una de las conclusiones que se pueden sacar de todo esto es que, lo más importante es usar las proporciones adecuadas para que sea más útil que dañino. Cualquier remedio casero para utilizar en el hogar debe estar acompañado de una consulta a un profesional de la salud que pueda determinar la forma de tratamiento más segura y efectiva.

Siempre es más seguro utilizar, bajo la recomendación del dentista, productos disponibles en el mercado con las cantidades controladas, seguras y efectivas de peróxido de hidrógeno.

Fuente: tn.com.ar