Son el mismísimo diablo en forma de mancha, los restos más difíciles de eliminar (exceptuando las sustancias indelebles como, por ejemplo, un rotulador permanente). Y es que no se van con un simple lavado a máquina. Hay que tratarlas previamente y tomar medidas más drásticas que nos obligan a gastar más tiempo y esfuerzo.
Por eso, si nos preparamos para combatirlas antes de que se produzcan, tendremos media batalla ganada. Toma nota sobre las mejores tácticas para acabar con las manchas de aceite y grasa.
Manchas de grasa, ¿por qué cuesta tanto quitarlas?
El aceite es una sustancia que no es soluble en agua. De hecho, y como ya habrás comprobado en alguna ocasión, si tratas de mezclar agua y aceite verás que esta última queda encima y no llega a diluirse. Por eso necesitamos una sustancia como el jabón, capaz de hacer que el aceite se disuelva en el agua y poder así hacerlo desaparecer de los tejidos y otras superficies.
Actúa cuanto antes
Ya sea mientras cocinamos o cuando estamos comiendo, a todos nos ha ocurrido que hemos acabado con un buen lamparón de aceite en la ropa. Lo importante cuando eso ocurre es actuar lo antes posible y tratar de eliminarla rápidamente para evitar que la mancha se fije en el tejido.
- Trata de limpiar los restos de aceite con un papel de cocina o con un trapo, presionando sin frotar para no extender la mancha.
- A continuación aplica polvos de talco o bicarbonato para que estas sustancias puedan absorber el exceso de grasa. Deja actuar unos 15 minutos. También puedes utilizar harina de maíz.
La magia del jabón
El jabón es, hoy por hoy, una de las armas más potentes que tenemos para luchar contra las manchas de grasa. Si tenés una de estas en alguna prenda podés utilizar jabón lavavajillas para quitarla: acabará con la suciedad y no estropeará la ropa. Pon unas gotas sobre la mancha, añadí un poco de agua y frota suavemente con un cepillo de dientes. Después lava la prenda en la lavadora, a ser posible (y si la prenda lo resiste) en agua caliente.
A cada tejido, su solución
Aunque cada tela es un mundo hay ciertas pautas generales que debemos tener en cuenta a la hora de limpiar manchas. Por regla general, los tejidos de fibras naturales como el algodón y el lino, resultan más sencillos de limpiar y necesitan menos tratamiento. Los tejidos sintéticos, como las fibras de poliéster o nailon, se limpian peor ya que la grasa parece adherirse a ellas con más fuerza. Es con estos últimos con los que debemos utilizar nuestras técnicas de limpieza más potentes.
Conocer los diferentes tejidos y fibras textiles nos ayudará a acabar con las manchas de una forma más certera, rápida y eficaz.
Fuente: www.airedesantafe.com.ar