Reyes Magos por el mundo: cómo se celebra en distintos puntos del planeta

Al contrario de lo que muchos creen, no es una celebración extendida en todo el planeta ni tampoco se festeja del mismo modo.

La tradición de los regalos el 6 de enero se origina en la religión católica, donde se indica que tres reyes provenientes de Oriente siguieron una estrella hasta donde los guiaba un nacimiento modesto de un futuro rey. Los viajeros en camello portaban simbólicas riquezas (el oro, incienso y mirra) para dejar de ofrenda al recién nacido, aunque la religión por sí sola no propone esta celebración para los más pequeños. La festividad narra el comienzo de la Epifanía (del griego epipharmera: “brillar sobre”, “mostrarse”). Tal como los conocemos hoy se inspira en una larga tradición medieval que los bautizó como Melchor, Gaspar y Baltasar.

Sus nombres aparecieron por primera vez en el mosaico del siglo VI en la basílica de San Apolinar el Nuevo en la ciudad italiana de Ravena. Según un manuscrito del siglo XIII, se creía que los Magos podían proteger contra la epilepsia, y bastaba con rezar una breve oración al oído de un enfermo pronunciando el nombre de los tres Reyes para curarlo. En algunos puntos de Europa, el día 6 de enero se inscribían sus iniciales, GBM, en todas las puertas de las casas y en los establos para salvaguardar a las personas y a los animales contra el ataque de demonios y brujas.

La tradición actual con regalos infantiles se inició durante el siglo XIX en España y se expandió posteriormente a otros países pertenecen a la tradición hispánica. A pesar de ello, se extienden tradiciones más allá.

La vuelta a Europa en regalos

En Europa la festividad llegó a Alemania, Bélgica, Austria y Polonia. La leyenda indica que los restos de los Reyes Magos se encuentran en la Catedral de la ciudad alemana de Colonia. Fue el emperador Federico I de Hohenstaufen, más conocido popularmente como Barbarroja, quien -se cree- llevó los restos hasta allí. Es en ese país donde los niños se disfrazan de los Reyes Magos y van de casa en casa, donde reciben regalos o dulces.

La tradición también tiene lugar en Portugal y Francia. En Francia, el 6 de enero cada familia escoge al rey y compra un pastel redondo que recibe el nombre de Galette Des Rois. Se coloca en el interior una figura del rey por cada miembro de la familia. Quien encuentra la figura en su trozo de pastel se convierte en rey, y tiene que llevar una corona de papel durante todo el día. Las panaderías, en tanto, realizan la tarta de los reyes de hojaldre, relleno con crema de almendra y colocan un haba en el interior para que la localice el afortunado.

En Italia, en cambio, la noche del 5 de enero es la jornada en la que los niños reciben la visita de la Befana, una especie de bruja de la navidad ataviada con una escoba, una caperuza roja y un saco lleno de regalos.

En España existe una tradición durante los días previos a Reyes, donde los niños juntan latas vacías y preparan con ellas el “arrastre”. En la mañana del 5 de enero se pasean por la ciudad realizando bullicio para “llamar la atención” de los Reyes de Oriente de modo de que no olviden dejarles regalos.

También allí los regalos se ponen donde los niños han dejado sus zapatos y se dejan dulces para obsequiar a los Reyes Magos e incluso agua o comida para los camellos como compensación al largo viaje.

Los reyes americanos

En México se encuentra el segundo santuario más importante del mundo con respecto a los Tres Santos Reyes, ubicado en la ciudad de Tizimín, Yucatán. En este país, la tarde del día 5 se realiza un desfile con carrozas y disfraces, en el que participan los Reyes Magos. Los niños también les escriben cartas pidiendo juguetes y contando si han sido buenos durante el año anterior. Las cartas se ponen al lado de los zapatos junto al árbol de Navidad.

Además, también se sigue la tradición del roscón de Reyes, al que se le añade alguna figurita del niño Jesús, denominada popularmente “monito”. A quien le toque esta tendrá que invitar el 2 de febrero, día de la Candelaria, a sus amigos a comer.

En Cuba la celebración se centra en el día 6 de enero. En la época colonial los esclavos tenían día de descanso, aprovechaban para festejar y salían a la calles a bailar al ritmo de los tambores. De hecho, la festividad se conoce como la Pascua de los Negros, aunque también se denomina Día de San Baltasar. También se celebra en otros países como Chile y Paraguay.

En Puerto Rico, la noche del 5 de enero los niños corren por el patio recogiendo ramas de una gramínea llamada grama. La colocan en una caja de zapatos y ésta junto a su cama. La grama es usada para alimentar a los camellos. Los reyes dejan regalos en las cajas.

En Venezuela es costumbre que el cinco de enero los niños antes de dormir coloquen los zapatos en las puertas de sus habitaciones para que los Reyes depositen sus presentes allí, se cree que los Reyes Magos son ricos y dadivosos por lo tanto depositan dinero entre sus presentes. También se recrea en muchos sitios el momento de la adoración de los Reyes Magos a Jesús en el pesebre. Las familias se reúnen para la cena de Reyes, en la que se sirve una rosca típica rellena de frutas confitadas y frutos secos, y que puede servirse acompañada de vino.

En Perú no hay regalos, pero es la jornada en la que se celebra la denominada Bajada de Reyes. Las familias se juntan para desmontar el pesebre que estuvo decorando la casa durante toda la Navidad.

El sitio real

El filósofo cristiano Justino de Naplusa y el evangélico apócrifo del profeta Santiago, se sugiere que la tradición oral señalaba como lugar preciso del nacimiento un establo construido en una grutaEran habituales por entonces las casas en flancos de colina en Belén. De hecho, la basílica de la Natividad de Belén fue construida en el siglo IV sobre grutas.

Un evangelio apócrifo (llamado del Pseudo Mateo) del siglo VII combina ambas versiones: María y José se refugian primero en una gruta, donde nace el Niño, y luego en un establo, donde lo acuestan en un pesebre.

El verdadero Mateo no menciona ni gruta ni establo. En cambio dice que los Reyes Magos visitaron a Jesús en una “casa”, sin mayores detalles.

Belén se encuentra a 9 km de Jerusalén en Cisjordania, en tierras de Palestina. Está separada del territorio israelí por un un muro. La Basílica de la Natividad está repleto de simbología. El templo fue construido sobre la gruta o cueva en donde se supone que nació Jesús y fue construido por la Emperatriz Helena, empeñada en preservar todos los lugares y símbolos del cristianismo. Dos siglos más tarde fue destruido por un incendio y el Emperador Justiniano lo restauró dándole la forma que tiene hoy.

La entrada es pequeñísma pese a la grandiosidad e importancia del templo. La razón es para impedir que los hombres entrasen a caballo. A ambos lados del altar se baja a la Cueva de la Natividad, el lugar exacto donde se supone que nació Jesús, El portal de Belén, cuya máxima atracción es una estrella de catorce puntas que señala el lugar exacto donde nació Jesús A la derecha se encuentra La Capilla del Pesebre, sitio que es el que se replica en los que se arman en las casas.

Las roscas de la vida

En Argentina la tradición de los zapatos, los regalos, el pasto y el agua a cambio son una constante. Tiene tanta presencia como la navideña, pero tal vez una de las tradiciones más fuertes es la gastronómica que llega de la mano de las roscas de Reyes que adquirieron carácter gourmet. Su forma evoca la de una corona, y las frutas y demás aditamentos, las joyas que portaban los ricos enviados de Oriente.

La costumbre de la rosca se origina en la Edad Media en Francia que cristianizó la costumbre pagana de “elegir un rey de las fiestas” inspirado en el Eclesiastés. En su origen se llamó Galette des Rois. Es una pasta de hojaldre y almendras. La gente adinerada colocaba pedazos de oro dentro del pan y quien sacara al niño o al trozo dorado se convertía en rey o reina por un día.

La tradición llegó a España, pero con distinta preparación gastronómica. Allí es llamada Rosca de Reyes. Es un bollo hecho con base de masa dulce, además de rodajas de fruta. En su interior se coloca una ‘sorpresa’ que, a quién le toque, debe pagarla.

Su forma redonda simboliza en la religión católica el amor de Dios, sin principio ni fin. Además de representar el encuentro de los Reyes Magos con Jesús. Las frutas representan las ofrendas que los Reyes dieron a Jesús. En tanto que el hecho El hecho de esconder algo dentro de la rosca recuerda, en la religión católica, que María y José ocultaron a Jesús de Herodes. Encontrarlo es un premio. La rosca de Reyes no lleva huevos pero sí suele traer un regalito en su interior para que los chicos de la casa lo descubran al cortarla.

Fuente: www.infobae.com

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