Esta enfermedad afecta al 1% de la población y puede evidenciar cualquier tipo de síntoma, por lo cual se tarda mucho tiempo en su diagnóstico. Tips para detectarla y cuáles son los alimentos que se pueden ingerir.
Hay enfermedades que son silenciosas, la hipertensión, por ejemplo. Hay otras que son ruidosas, como la tos convulsa. Y hay otras que son las grandes simuladoras, que pueden simular absolutamente cualquier cosa. La celiaquía es una de esas enfermedades porque puede dar cualquier tipo de síntoma. Puede ser una persona que esté pálida, que tenga anemia, que tenga pérdida del apetito, diarrea, hinchazón de las piernas, o que tenga calambres.
¿Qué es la celiaquía? La celiaquía es una intolerancia permanente al gluten, que está presente en el trigo, la avena, la cebada y el centeno. Esos cuatro cereales tienen gluten, que es el que provoca la reacción en las personas que son celíacas. Hay algunas personas que tienen algún tipo de alergia y otras que tienen algún tipo de intolerancia. Pero la enfermedad celíaca es la intolerancia permanente y las consecuencias que trae en la persona que la padece.
Si es un chico puede tener apatía, detención del crecimiento, falta de concentración, irritabilidad. Si es una mujer le puede traer falta de menstruación, dificultades con la fertilidad. En fin, una cantidad de síntomas que hace que ese uno por ciento de la población que tiene celiaquía tarde mucho tiempo en ser diagnosticada.
Uno de los temas que yo quería destacar es cuando uno dice: “Bueno, esta persona ya es grande, está viejo, qué va a tener celiaquía”. Entre el 5 y 15 por ciento de las personas que tienen celiaquía comenzaron después de los 60 o 65 años. Son personas que tienen mucha más anemia, pérdida de peso y muchos problemas digestivos.
Pero el principal problema es que no se los diagnostica, porque nadie piensa que un adulto mayor puede llegar a tener celiaquía. Así que, si usted tiene problemas digestivos, mencióneselo a su médico como una posibilidad. Al cuerpo uno lo tiene que escuchar si le da señales y si no, le tiene que preguntar. Y acá, la pregunta es, en el caso de la celiaquía, un análisis de sangre que le puede dar una aproximación y después la biopsia del intestino. Recuerde, cuídese usted porque si usted no se cuida, no lo cuida nadie.
Cuáles son los cereales que pueden ingerir los celíacos
Los cereales sin Tacc que, además, son variedades aptas para todos son: arroz blanco, arroz integral, maíz, trigo sarraceno, sorgo. Aquí un repaso por estos grandes aliados de las personas con celiaquía.
Pseudocereales
El prefijo “pseudo” significa falso, imitación. Antepuesto al término “cereales” se usa para reunir a ciertos alimentos que pertenecen a otra rama botánica que incluye a hortalizas como la acelga y la espinaca, pero sus semillas tienen una composición muy parecida a los cereales convencionales, aunque mucho más equilibrada y con mayor cantidad y calidad de proteínas (15% los pseudocereales en comparación con un 10% en los cereales).
Dentro de este grupo se encuentran la quinoa y el amaranto. Y sus beneficios son que reducen el riesgo de Diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares (ECV), accidente cerebrovascular (ACV) y cáncer colorrectal, además del sobrepeso y obesidad.
Tienen un efecto positivo en la composición corporal y favorecen la sensación de saciedad. También disminuyen la absorción de colesterol total y favorecen la eliminación del colesterol LDL (“malo”). Colaboran en el control de la presión arterial y previenen la constipación y enfermedades relacionadas (como divertículos y hemorroides, por ejemplo). Por último, tienen acción antioxidante.
La calidad de los hidratos de carbono (absorción lenta) y de fibra insoluble presente en los cereales integrales y en los pseudocereales influye positivamente en la sensación de saciedad y en los niveles de glucosa (azúcar) en sangre. Como consecuencia, tienen un impacto saludable y positivo en la composición corporal.
*El doctor Alberto Cormillot es un reconocido médico argentino especialista en obesidad, educador para la salud, escritor y conferencista. Fundó y dirige la Clínica de Nutrición y Salud que lleva su nombre, Dieta Club, la Fundación ALCO (Anónimos Luchadores Contra la Obesidad) y el Instituto Argentino de Nutrición, desde donde asesora a industrias para la elaboración de productos dietéticos y saludables.
Fuente: www.infobae.com