Algunas personas encuentran la cama mojada con su propia saliva al levantarse: es normal cuando babeamos al dormir aunque se puede evitar.
Después de un sueño profundo y reparador podemos encontrar la almohada mojada: babeamos al dormir. Para muchos puede resultar desagradable o vergonzoso, pero en realidad manifiesta que hemos descansado bien, y es beneficioso para nuestro cuerpo.
La fase REM del sueño (por las siglas en inglés de rapid eye movements) se caracteriza por la presencia de movimientos oculares rápidos y la pérdida de tono muscular corporal. Cuando el relajamiento es total y nos desconectamos completamente de la realidad, las funciones cerebrales se “apagan” y el descanso es mejor.
Por eso es más frecuente en los niños, que tienen mayor facilidad para dormir profundamente ya que no tienen preocupaciones ni estrés. Al dejar de deglutir, la saliva se acumula y sale hacia afuera, por lo que babeamos al dormir y mojamos la almohada.
Los expertos en trastornos del sueño toman este síntoma como ejemplo de buen descanso: les indica que ¿no se sufre de apneas nocturnas y que no hay nada que altere la respiración. Sin embargo a muchas personas les resulta un hábito desagradable.
Aunque no es algo para preocuparse, para que dejemos de babear la almohada podemos tomar ciertos recaudos, que tienen que ver con la posición en que dormimos. Según informa Salud180, hay que elegir una postura cómoda para que el cuerpo se relaje completamente, aunque probablemente la cambiemos en el transcurso de la noche. Una buena forma de controlar mejor la respiración es estando boca arriba.
La cabeza debe estar ligeramente elevada a apoyarse en la almohada, cuidando que el cuello no esté forzado. Esto hará que la boca se mantenga cerrada. Un remedio casero para evitar el exceso de baba, es realizar gárgaras con agua con sal antes de acostarse.
Si babeamos al dormir ocasionalmente, o en poca cantidad, no es algo de deba preocuparnos. Pero si el babeo nocturno es excesivo puede deberse a dos factores:
Sialorrea
Es el aumento de producción de saliva. Se puede deber a una afección de la mucosa interna de la boca o de la lengua y factores psicógenos.
Alergias e infecciones
El organismo puede generar más cantidad de saliva para ayudar a eliminar las toxinas. Sucede con las alergias estacionales, originadas por moho, polen, árboles, o ácaros.
Fuente: ar.cienradios.com