Dolor de rodillas: no todo es culpa del clima

Muchas veces responsabilizamos a la humedad del sufrimiento en huesos y articulaciones pero hay otras razones más comunes que lo causan.

Con la disminución de las temperaturas y las lluvias del último fin de semana, volvieron los típicos dolores en los “huesos” y, en particular, en las rodillas. Pero el clima no es el único responsable de que esa zona del cuerpo se resienta especialmente.

Para empezar, algunas personas pueden experimentar dolor óseo con los cambios climáticos, sobre todo quienes hayan sufrido una fractura previa. Pero la mayoría de las veces esa molestia no es a nivel del hueso sino de las articulaciones, lo que en medicina se denomina artralgia.

Aún no se conoce con exactitud el mecanismo que desencadena el problema, pero se cree que el frío ocasionaría mayor rigidez en las articulaciones, lo que aumenta de esta manera el dolor a nivel articular. Pero independientemente del factor ambiental, hay otras razones más comunes que provocan que las rodillas nos duelan, y es necesario tener un diagnóstico certero para atajar el problema. Recordemos que en la medicina, la prevención siempre es nuestra mejor carta.

Mala alineación

“El dolor en esa zona puede presentarse de una manera inicial por el hecho de no tener un buen alineamiento, un tema biomecánico, ya que el cuerpo es una cadena cinética de movimientos. En ese sentido, es posible que un mal apoyo del pie (que se vuelque hacia dentro o hacia fuera) termine por afectar a toda la pierna y, en ese proceso, a la rodilla”, cuenta a Con Bienestar Jorge Franchella (M.N. 44.396), director del Programa de Actividad Física para la Salud y el Deporte del Hospital de Clínicas de la UBA.

Sobrepeso

Otro de los factores son los registros que nos da la balanza. Cuando una persona tiene un peso mayor al adecuado, va a provocar una sobrecarga de la articulación en cualquier actividad cotidiana, como el simple acto de caminar. Además, eso la hace tener una mayor predisposición a provocar lesiones de rodilla.

Inflamación

Por otro lado, el dolor puede deberse a una inflamación provocada por alguna enfermedad en evolución. “Hay afecciones reumáticas que afectan la rodilla y otras infecciosas que también la perjudican, sobre todo inflaman la cápsula que la rodea”, indica Franchella.

La artritis reumatoide es el paradigma de las enfermedades inflamatorias que afectan simultáneamente a muchos órganos, además de las articulaciones. Se define por un problema de autoinmunidad que, si no se trata adecuadamente, puede destruir rápidamente la articulación.

Artrosis

La artrosis es otra de las principales causas de dolor. Se trata de un deterioro progresivo de los huesos, característico de la gente mayor, pero también se puede ver en personas más jóvenes que están sometidas a actividades laborales, físicas o deportivas, en las que hay un impacto intenso en ambos huesos de la rodilla. Ese impacto deteriora de manera progresiva el menisco, cartílago ubicado entre ambos huesos de la rodilla, que evita que ambos se rocen. Entonces, cuando se reduce su tamaño, se produce el contacto óseo que genera dolor.

“Hay deportes que suscitan la aparición precoz de la artrosis en las rodillas. Por ejemplo, el fútbol, el vóley o el rugby. También se observa en personas que corren en forma sistemática. Cualquier actividad en la que de alguna manera exista salto, trote o carrera hace que se resientan las articulaciones de las piernas por el impacto con el piso”, concluye el especialista.

Así que si en estos días pasados experimentamos dolor en las rodillas, sería un buen momento para consultar con un médico para cerciorarnos de que la molestia sea sólo por el clima.

Fuente: tn.com.ar

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