Tiene todo el cuerpo tatuado, incluidos los globos oculares y su boca

Un hombre ha llegado a límites extremos para cubrir todo su cuerpo con tatuajes negros, incluidos los globos oculares y el interior de sus labios.

Eli Ink, un tatuador de 27 años de Brighton, Inglaterra, ha sufrido una transformación de 10 años para convertirse en una exposición ambulante de sus tatuajes. La tinta usa varias capas de colorante negro para ennegrecer su piel en forma permanente.

También se implantó enormes ensanchadores en la nariz y debajo de su labio inferior como parte de su proceso de modificación del cuerpo. El artista llegó incluso a teñirse los ojos para completar el llamativo look.

“En mi opinión, la única persona que comprenderá mi transición correctamente soy yo. No intento explicárselo a nadie”, dijo el joven. “Siempre me ha impresionado el arte. Desde niño Picasso es una gran inspiración para mí, especialmente el arte abstracto, pero me gustan todas las formas de arte. El arte corporal fue el siguiente paso para mí a medida que crecía”.

“Quería parecer un personaje abstracto en una de las pinturas de Picasso. Me encanta la mirada abstracta, ningún pensamiento, solo expresión pura”.

Tatuarse el blanco de los globos oculares implica inyectar delicadamente tinta entre dos capas de la esclerótica del ojo, y dejar que se extienda. El joven admitió que si el procedimiento fallaba, podría haberle provocado terribles consecuencias.

Agregó: “Es el riesgo que uno corre al dejar que alguien se acerque a tus ojos, incluso los cirujanos entrenados pueden cometer un error. La modificación corporal es un estilo de vida riesgoso”.

A pesar de su apariencia extrema, afirma que su vida amorosa no se ha visto afectada por los tatuajes. Ink dice que su novia Holly, otra entusiasta de las modificaciones corporales, está locamente enamorada de él.

Tampoco parece verse afectado por las reacciones negativas a su trabajo.

“Lo mejor siempre es un cumplido agradable, eso siempre es lindo de escuchar, ya sea de los fans de los tatuajes, o simplemente de los transeúntes, lo peor es siempre la gente más grande, que te desprecia y te hace sentir inútil”, dijo el joven.

Antes de las modificaciones corporales, dirigió su propia empresa de jardinería, experimentando con el dibujo y la pintura sólo en su tiempo libre. Más tarde se convirtió en un tatuador a tiempo completo y se unió a la subcultura de modificación del cuerpo, que rinde homenaje a los rituales tribales.

Sobre su proyecto, dijo: “Nunca estará terminado. Me tomará años terminar mis estudios, pero dedicaré el resto de mi vida a la modificación corporal, y a perfeccionar mi trabajo”.

 

Fuente: www.periodismo.com

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