Esta tendencia en arquitectura y decoración pisa fuerte en viviendas y espacios de trabajo.
El contacto con la naturaleza es una necesidad humana y la biofilia lo sabe. El concepto significa literalmente “amor por lo vivo” y desde hace unos años es tendencia en el mundo de la arquitectura y del diseño de interiores, que busca crear ambientes cada vez más confortables.
Así, la arquitectura biofílica apunta a generar bienestar y calma integrando aspectos de la naturaleza en la construcción de espacios urbanos e interiores. ¿De qué manera?
Cómo se incorpora la biofilia a la arquitectura
Existen tres formas básicas de integrar la naturaleza. La primera es sumar elementos naturales como la luz, el aire, el agua y la vegetación. Aumentar la luz natural, agregar una fuente (o sonido ambiente de agua) y dejar que circule el aire a través de terrazas y ventanas son algunas opciones.
En cuanto a la vegetación, resaltan las vistas a espacios abiertos, los jardines verticales, los techos florales, los revestimientos vegetales y las plantas en general.
Una segunda posibilidad es por analogía, es decir, imitando las formas del entorno vivo. Esto puede lograrse a través de formas orgánicas y sinuosas en vez de rectas, con una paleta de colores tierra y verdosos o usando materiales como madera y piedra, poco trabajados para que destaquen las vetas.
Y la arquitectura biofílica también debe priorizar áreas abiertas y vistas despejadas, que recrean la sensación de libertad que experimentamos cuando estamos al aire libre.
Por qué la arquitectura biofílica es tendencia
Integrar la naturaleza a la construcción aumenta la creatividad y la concentración, incrementando la productividad. Además, nos ayuda a relajar y crea un ambiente más saludable y sostenible al mejorar la calidad del aire.
Otra de las ventajas de este movimiento es que puede aplicarse tanto en espacios urbanos como en interiores, desde viviendas hasta oficinas y restaurantes.
Un ejemplo de esta tendencia es el High Line, en Nueva York, un parque en altura construido sobre una antigua vía de tren que tiene más de 300 especies vegetales entre arbustos, árboles y plantas.
Y otro caso es el de The Spheres, parte de un proyecto de Amazon en Seattle. Se trata de un trío de esferas de vidrio con jardín botánico y espacio de trabajo colectivo. El lugar tiene, entre otros elementos biofílicos, 40 mil plantas, cascadas, paredes verdes, interiores de madera y terrazas.
Fuente: tn.com.ar