La fotografía ha sido a lo largo de estos años arte, diversión, negocio, trabajo, propaganda, agitación social y ahora también el vehículo de un modo nuevo de relación entre personas a través de la redes sociales.
Desde que hace 188 años el francés Joseph Nicéphone Niépce, hizo la que se considera la primera foto de la historia, un paisaje llamado «cour de domaine de gras», la foto ha protagonizado e informado muchas veces de la historia y de las historias.
Curiosamente, esa primera foto estuvo más de un siglo olvidada hasta que en 1952 fue adquirida y copiada por Kodak, la empresa que fundó George Eastman, y hoy se conserva en el Harry Ranson Center de Austin (Texas)
La primera instantánea en la que apareció un ser humano se realizó en 1839 y fue tomada por un personaje algo más recordado que Niépce, Luis Daguerre, el de los daguerrotipos. Y la primera en color se debe a la mano del escocés James Maxwell.
Pocos recuerdan cuando una foto, hecha con una placa, podía necesitar un tiempo de exposición de hasta 30 minutos si se compara con la capacidad tecnológica de las modernas réflex o compactas de hoy o la sensibilidad (ISO) de los nuevos sensores.
Desde esos inicios titubeantes hasta hoy, se ha registrado una evolución tan profunda que a veces parece casi inexplicable.
Y no solo en la tecnología, donde el cambio es impresionante, sino en los hábitos y los materiales sensibles e incluso, como en otros campos industriales, empresas que fueron relevantes, han desaparecido o están en graves dificultades. Y han nacido otras que se abren camino con ímpetu.
En su momento era difícil imaginar una fotografía instantánea, más allá de lo que se podía lograr con la «clásica» Polaroid o dispositivos similares de otros fabricantes, y hoy con las digitales se logran no solo las fotos, sino todo tipo de efectos añadidos.
La fotografía ha sido a lo largo de estos años arte, diversión, negocio, trabajo, propaganda, agitación social y ahora también el vehículo de un modo nuevo de relación entre personas a través de la redes sociales. Ha encumbrado o ha hundido a fotografiados y fotógrafos.
Se han inmortalizado revoluciones, guerras, bodas, alegrías, tragedias, récords deportivos, logros científicos, golpes o intentos de golpes de estado.
«Usted dispara y nosotros hacemos el resto». Este fue el lema que convirtió a Kodak en la empresa más poderosa del mundo fotográfico: fabricante de cámaras y todo tipo de películas en los Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, España y otros muchos países en el transcurso de décadas.
Fuente: www.eluniverso.com