5 cosas a tener en cuenta a la hora de elegir una nueva computadora

Aunque hay ofertas tentadoras, el costo no es lo único que debemos mirar. Es importante tener claro algunos aspectos antes de invertir en una notebook o PC.

Todos sabemos, en principio, por qué una compu es más cara que otra. Lo que no tenemos tan claro es cuánto debemos gastar para conseguir una nueva. Aunque parece que todas hacen lo mismo, la razón está en cómo lo hacen y cuánto tiempo durarán haciéndolo.

Lo primero que hay que preguntarse es para qué queremos una computadora nueva: conocer esa respuesta es la base de una buena inversión. Trabajar, estudiar o entretenerse hacen la diferencia en las opciones y para cada una hay características diferentes: 

1 – PROCESADOR

Esta es la principal variable del precio. Es el cerebro de la notebook y aprender su nomenclatura es la mejor forma de saber por qué hay ofertas de computadoras por $50 mil. Los modelos de procesadores se renuevan anualmente y varios siguen conviviendo en el mercado local.

Intel y AMD son las marcas líderes y dominan la mayoría de la oferta. Intel con su 11va generación (IrisXe o EVO) y AMD con su serie R5000. Por eso es esencial que no solo impotar el modelo sino también la generación. En Intel lo ideal es optar por un Core i5 o i7 y en AMD los modelos Rayzen 4 o 5. Por supuesto que los modelos inferiores funcionan sin problema pero no son ideales para una vida útil a largo plazo.

Mientras más nuevo el modelo, mejor soportan las múltiples tareas y aceleran la velocidad a las que las ejecutan.

2 – RAM

La famosa Random Access Memory (RAM) es la memoria temporal donde la computadora almacena datos de los programas y aplicaciones está utilizando en ese momento. O sea que su tamaño está directamente relacionado con el rendimiento de un equipo y su capacidad de hacer varias cosas a la vez.

¿Cuál es el tamaño ideal? Recién decíamos que mientras mejor mejor pero depende de las tareas que cada uno haga. Lo mínimo indispensable son 4GB de Ram mientras que si el usuario realiza muchas tareas o trabaja con muchos programas a la vez 16Gb serían ideales.

Aquí el tamaño también hace variar el precio pero hay que pensarlo -al igual que el procesador- más como inversión que como un gasto. Quizá hoy no se necesite mucha ram pero si queremos que el equipo nos dure varios años, no es mala idea comprar por encima de la necesidad.

3 – ALMACENAMIENTO

Esto es como el placard de casa: mientras más grande es más cosas guardamos. Un buen espacio de disco ayuda a un mejor rendimiento pero también hay otros factores. Lo mínimo son 256GB pero si se trabaja con archivos pesados hay que pensar en 512Gb o 1TB.

También hay diferencias en el tipo de disco. Los tradicionales son los conocidos como discos duros o HDD (Hard Drive Disk). Dominaron por décadas y están en vías de extinción para ser reemplazados por las unidades de estado sólido o SSD (Solid State Drive). Estos últimos no son mecánicos y eso les da una velocidad muy superior a los HDD. La mayoría de notebooks actuales los tienen y su precio es más alto aunque su superioridad lo vale.

También están los eMMC que son discos sólidos más económicos y con menor capacidad máxima pero también menor consumo. Está en varios modelos económicos.

4-TARJETA GRÁFICA

Este factor comenzó a jugar un papel importante con la masividad de los videojuegos y la edición de videos y fotos más allá del ámbito profesional.

La tarjeta gráfica determina la capacidad de procesamiento de las imágenes y videos que el usuario ve en la pantalla. Se llama GPU (Graphics Processing Unit) y es un complemento del CPU (Central Processing Unit), o sea, del procesador general de una computadora.

La tarjeta gráfica es esencial para el gaming porque permite que las imágenes se refresquen a gran velocidad para dar fluidez a lo que se muestra en pantalla. También son las que soportan la edición de videos y los procesos para creación de contenidos.

Las marcas más conocidas son NVIDIA, MSI o Gigabyte y en muchos casos se compran por separado para las PC Gamer.

5-PANTALLA

Este es uno de los casos donde el tamaño sí importa… pero también su calidad. Al igual que con las tarjetas gráficas, la tarea de edición de videos o fotos así como los videojuegos hacen la diferencia a la hora de elegir pantallas.

Al igual que en los televisores, lo ideal en esos casos es contar con un panel OLED y una tasa de refresco de entre 120Hz y 300Hz para no padecer desfasajes en las imágenes. Claro, son más caras pero necesarias.

El mercado actual tiene en promedio paneles LCD HD (Resolución de imagen de 720p) y Full HD (Resolución de imagen de 1080p), y este último es la mejor opción.

En tamaños hay variedad para todos los gustos. En notebooks lo mínimo indispensable son 13 pulgadas y si no vamos a moverla por todos lados se puede optar por 14 o 15 pulgadas. En las que se venden por separado, el tamaño de 21 pulgadas en adelante es el mejor para el ámbito laboral porque facilita la visualización.

¿NOTEBOOK, PC DE ESCRITORIO O TABLET?

La movilidad que queremos tener es importante también a la hora de decidir. Aunque a decir verdad las notebook se han transformado en PC de escritorio, porque muchas -por tamaño, batería o comodidad- no se mueven de un espacio fijo de la casa.

Sin embargo, se puede apostar a la movilidad y a la estacionalidad con algunas opciones. Las notebooks mayores a 15 pulgadas no son cómodas para trasladar pero son ideales para moverse por la casa o dejarlas fijas. Hay varios modelos de 13 y 14 pulgadas ideales para llevar de un lado al otro.

En el otro extremo están las PC de escritorio, que ya no tienen el furor de antaño pero viven una segunda vida gracias a la personalización que les da el sector gamer. También siguen vigentes en ámbitos laborales y como opción para ‘customizar’ en caso de querer armar un híbrido con características especiales.

Fuente: lt10.com.ar

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