En 1979 Sony presento su primer Walkman enfocado como un producto bastante novedoso que sólo servía para escuchar música, un producto joven y revolucionario, era completamente portátil.
El presidente de Sony quería que sus viajes le resultaran menos aburridos, y le gustaba la ópera. Así que, en 1978, uno de los ingenieros de la compañía diseñó el dispositivo: un lector de casete que se pudiera llevar encima conectado a unos auriculares. Y su jefe descubrió que con aquel cacharro sus desplazamientos le resultaban mucho más placenteros. Había nacido el walkman.
El formato cassette se popularizó muchísimo, destronando para siempre a los vinilos como formato más vendido para escuchar música, pese a que se seguía —y se sigue— usando bastante los vinilos por la calidad que ofrecen en comparación con los medios “digitalizados”. El walkman permitió que millones de personas llevaran su música a todas partes. Se trataba del modelo TPS-L2 y sólo necesitaba un par de pilas AA para cumplir con su cometido.
Luego, aparecieron otros más sofisticados. Estaban los que soportaban cintas de metal, como el modelo WM-2 de Sony, los que tenían radio, los ultracompactos y aquellos que prometían aprovechar mejor la vida de la batería.
En el año 1984, el reproductor de música portátil irrumpía en el mundo digital por primera vez. Nuevamente de la mano de Sony, aparecía el Discman D-50. A finales de los ochenta con la llegada del formato CD, los Discman iban desplazando poco a poco el uso de walkman. Finalmente a finales de los noventas llegó el formato MP3 y con él la llegada del Ipod que termino de hundir la popularidad de los Walkman y del cassette.
El 24 de octubre 2010 después de casi 30 años en el mercado Sony anuncia el cese de producción de walkmans por lo que solo podrán seguirse comprando en China.
Fuente: www.ecured.cu