El teléfono fue patentado en 1876 por Alexander Graham Bell. El funcionamiento básicamente consistía en una lámina metálica que se colocaba frente a un electroimán del que partía un cable eléctrico que reproducía las vibraciones en el aparato receptor.
Un año después, cuando Edison inventó el micrófono de carbón se mejoró la calidad de la señal y es en 1878 cuando se pone en marcha la primera centralita para poner en contacto a los 21 abonados de la ciudad de New Haven. El sistema de centralitas se mantuvo pese a que en poco tiempo se multiplicaron las personas que tenían un teléfono en casa.
Las operadoras preguntaban con qué número querían hablar los abonados y ponían en contacto a las dos personas. Trabajaban rápidamente pero pronto se vio que, a no ser que se pusiera en marcha un sistema automático, llegaría un momento en el que no darían abasto.
Desde 1880 ya empezaron a patentarse sistemas que lograban automatizar las llamadas más o menos airosamente. En 1892 Almon Strowger, fundador de la compañía Automatic Electric, consiguió hacer funcionar un sistema basado en tres botones con los que se marcaba el número de abonado, más un botón para llamar y otro para colgar.
Primeros teléfonos de dial
Tenemos que esperar cuatro años más para que se inventara el sistema que triunfó: el método de marcación por disco. Los inventores fueron dos personas de Automatic Electric, Erikson y Keith, y funcionaba introduciendo el dedo en la cifra, girando el dial hasta el tope y dejando que volviera a su posición inicial hasta que acabaras de marcar el número completo.
Los primeros discos de marcar producidos por la empresa de Strowger no eran como los que conocemos hoy en día, sino que se parecían más a una rueda dentada. Al principio se pensó en que el usuario acompañara al disco hasta su posición inicial pero se descartó porque pensaron que podría dar lugar a errores por la diferencia de velocidad o por si se atascaba, por lo que se las ingeniaron para que la rueda volviera a su posición inicial ella sola.
Al girar el dial, se accionaban una serie de selectores y conmutadores que enviaban “pulsos” a las centralitas automáticas que los interpretaban de forma mecánica y lograban poner en contacto a dos aparatos. Automatic Electric se dedicó a perfeccionar el sistema y consiguió que los teléfonos funcionaran con menos cables mientras se ampliaba la capacidad de las centralitas automáticas.
La colocación de los números era de izquierda a derecha en el círculo y el 1 se situaba en lo que en un reloj serían las 2. El resto de números se coloca a continuación y el 0 es el último, que se sitúa en lo que en un reloj serían las 5, y justo a su lado estaría el freno, que es como una coma.
Es en 1905 cuando comienzan a comercializarse los primeros teléfonos de disco, que podían ser de mural o de sobremesa. Son estos últimos los que se hicieron más comunes, después de que AT&T, la empresa de Graham Bell, se lanzara a la comercialización masiva.
Fuente: www.meneame.net