El alcohol, el cigarrillo, la cocaína y otras drogas duras generan dependencia y provocan trastornos de conducta severos. Cómo activan el circuito del placer.
Para hablar de adicciones antes tenemos que hablar del cerebro.
El cerebro tiene innumerables células que se llaman neuronas y se unen una con la otra a través de la sinapsis y así hay circuitos en el cerebro, algo similar a redes de cables, que van de un lado al otro. Además, en la parte interna de nuestro cerebro hay un núcleo que se denomina tegmental ventral y otro núcleo que se llama accumbens.
¿Para qué le cuento esto? Porque en ese lugar del cerebro, en el núcleo tegmental ventral se fabrica un neurotransmisor que se llama dopamina que viaja hasta hasta el núcleo accumbens, y así es como se produce la sensación de placer. Es la sensación que usted siente cuando come algo rico, cuando hace algo que le gusta, cuando comparte con amigos un momento agradable.
Ese circuito que hace la dopamina desde el núcleo tegmental ventral hasta el accumbens, es el circuito de recompensa y del placer. Cuando ese mecanismo se sobreestimula, puede generar una adicción. Adicción al placer, uno puede sentir placer por trabajar en exceso, o por el sexo, o por el juego, en los casos de ludopatía, o sentir placer al pasarse horas en con el teléfono celular.
Por otro lado, hay sustancias que son muy potentes y se especializan en generar adicción. Hablamos de las sustancias llamadas psicoactivas, por ejemplo el alcohol. la más común del mundo. Por ejemplo, el cigarrillo que es adictivo y estimula el circuito de recompensa o del placer.
Entre estas sustancias, también encontramos otras drogas: la marihuana que también estimula al circuito del placer como el cigarrillo o el alcohol y después tenemos las drogas llamadas duras: la cocaína, los opioides, el éxtasis y el paco. Todas estas sustancias producen un alto nivel de adicción, al consumirlas algo se reestructura en el cerebro y ese consumo hace que cada vez usted necesite más de esas drogas.
¿Qué caracteriza a una adicción? La conducta adictiva tiene tres aspectos fundamentales: la tolerancia, la dependencia y la abstinencia.
En cuanto a la tolerancia, quienes tienen una adicción por una sustancia, como por ejemplo la cocaína, al ser tolerante va a necesitar cada vez más dosis para sentirse bien. La dependencia se da porque psicológicamente la persona va a perder su voluntad, pierde su independencia y empieza a depender de un elemento externo, en este caso los estupefacientes.
En cuento a la abstinencia, se produce cuando al no tener la droga, la persona tiene síntomas por privación, por falta de la droga, por falta de satisfacción del deseo.
La abstinencia puede producir palpitaciones, alteraciones musculares, alteraciones del sueño, cambios de carácter, ansiedad, depresión y disminución de la memoria.
En conclusión, con todos los trastornos de conducta que genera una adicción, la mejor recomendación, lo mejor que usted puede hacer es buscar el objeto del placer en algo que uno pueda controlar y no en una droga.
El doctor Daniel López Rosetti es médico (MN 62540) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Presidente de la Sección de Estrés de la World Federation for Mental Health (WFMH). Y es autor de libros como: “Emoción y sentimientos” (Ed. Planeta, 2017), “Equilibrio. Cómo pensamos, cómo sentimos, cómo decidimos. Manual del usuario.” (Ed. Planeta, 2019), entre otros.
Fuente: www.infobae.com