Este fenómeno se conoce como somnolencia postpandrial y se produce durante el momento del inicio de la digestión.
Para muchos, echar una siesta después de comer es como una religión. El sueño nos atrapa por completo cuando nuestro organismo está haciendo la digestión y si no nos espabilamos rápidamente es posible que esta sensación nos acompañe durante gran parte del día.
Este fenómeno se conoce como somnolencia postpandrial, según afirma en una entrevista con Infosalus la doctora Clotilde Vázquez, jefa del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, quien aclara que no a todo el mundo le sucede, y se trata de un hecho que está bastante relacionado con el volumen de comida que ingiere la persona. Esta sensación de morriña nos entra justo después de comer porque en el inicio de la digestión el diafragma sube un poco, se respira más superficialmente, y además se acumula un poco de carbónico, lo que nos produce la somnolencia.
¿Por qué nos da sueño después de comer?
En su opinión, a este factor habría que añadirle el aumento de neurotransmisores que tiene lugar durante la digestión, y que está relacionado concretamente con comer grasas e hidratos de carbono, que aumentan por ejemplo la serotonina, un ansiolítico natural que favorece el sueño, según precisa la endocrino.
El especialista remarca que a muchas personas con problemas de sueño se les aconseja tomar algo dulce antes de irse a dormir porque aumenta en este caso la serotonina y, con ello, una sensación de relajación. Sería como el orfidal natural, bromea la experta.
En concreto, Vázquez indica que esta sensación de que tenemos sueño tiene lugar unos 30 minutos después de comer y en pleno proceso de digestión. La llegada a sangre de nutrientes que suben la serotonina disminuye también la circulación cerebral al aparato digestivo. Por lo tanto, se nos quedan en bajo riego zonas que no se necesitan en ese momento.
Por este motivo nos va entrando esa sensación de apagamiento neuronal que la caracteriza, junto con la falsa sensación de falta de oxígeno propia de ese sopor, indica la especialista. Además, si a esto se le añade que la persona se encuentra en un entorno cálido o de cero estrés, y que a lo lejos escucha el ronroneo de la televisión, se favorece aún más el adormecimiento.
La comida menos saludable da más sensación de cansancio
En este sentido, la jefa del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid distingue este sopor que surge después de comer, generalmente una comida copiosa, de la sensación de cansancio o flojera que puede surgir en algunas personas y que tiene relación con la insulina.
Ésta es más tardía. Suele suceder en algunas personas que desayunan por ejemplo a media mañana algo azucarado y tienen un pico de secreción de insulina muy rápido por lo que después tiene lugar una bajada de glucosa, y ésta produce una sensación de apagamiento neuronal, una pájara o flojera. Hay personas que dicen que tienen que volver a comer por la flojera que les entra, remarca la doctora Vázquez.
En este punto, la experta en Nutrición subraya también que en general la ingesta copiosa de alimentos es la responsable de esa sensación de somnolencia, aunque si queremos apuntar a una serie de alimentos en concreto que nos produzcan más sueño, señala directamente a las grasas, ya que precisan de un mayor trabajo digestivo, así como los hidratos de carbono. Uno se toma una proteína aislada, un marisco, o un trozo de jamón, y no le da esa somnolencia, pero si ya te comes un foie con mermelada o un bollo, la cosa cambia, avisa la experta.
Fuente: www.airedesantafe.com.ar