Existen varios riesgos al poner el helado derretido en el freezer y acá te los contamos.
Una de las cosas que solemos realizar cuando nuestro helado está derretido es colocarlo rápidamente en el freezer para que tome una forma más solida y así evitamos manchar la ropa. Además hay que tener en cuenta que es uno de los postres más consumidos en el mundo, sea la época que sea.
Pero cuando estamos en verano, el helado tiende a derretirse más rápido gracias a las altas temperaturas. De esta forma nuestro instinto nos conduce a buscar un lugar que enfríe lo suficiente para poder disfrutarlo más tarde.
Si bien esta acción aparentemente es inocente, puede traer graves problemas en nuestro aparato digestivo y en nuestra salud. Según el médico Amreen Bahir, indicó que el helado se derrite bastante rápido a temperatura ambiente y la mezcla liquida, azucarada y lechosa es un caldo de cultivo perfecto para las bacterias como la “Listeria”.
Es así como la baja temperatura del freezer no logra eliminar estas bacterias que pueden aparecer en el helado cuando este pierde su consistencia. Y cuando queremos volver a consumirlo, podemos intoxicarnos y sufrir náuseas, vómitos y diarrea, entre otros síntomas.
El experto recomendó consumir el helado en un bol y luego guardar rápidamente lo que sobre del producto en el freezer. En el caso de que ya no esté congelado lo mejor es tirarlo, así no nos arriesgaríamos a posibles consecuencias para la salud.
Otro de los puntos importantes, los cuales te vamos a contar, es que es necesario darnos cuenta si el helado que compramos ya se derritió y lo volvieron a congelar. De esta forma acá te compartimos algunos consejos.
En primer lugar debemos fijarnos si la textura es más firme y más chica, esto sucede porque perdió todas las burbujas de aire que la hacían más esponjosa. En segundo lugar se ve más granulado y cristalizado. Y por último el envoltorio podría estar pegajoso y congelado, producto de cuando el helado se derritió y causó condensación.
Fuente: la100.cienradios.com