Ortiga y verdolaga: se pueden comer, agregan sabor y tienen beneficios saludables

Se las llama “malezas virtuosas”, tienen propiedades que hacen bien a la salud.

El consumo de verduras frescas podría salvar 1,7 millones de vidas cada año por su capacidad de prevenir las enfermedades crónicas, afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS). La incorporación de malezas comestibles en la dieta suma nuevos sabores y beneficios nutricionales.

La ortiga

Desde el comienzo de la primavera, “aparecen” sin haber sido sembradas en los canteros de la huerta las pequeñas plantas de ortiga menor (Urtica urens). Sus hojas ovales con el típico borde aserrado las delatan. Existen más de 500 especies de ortigas en el planeta, la mayoría en zonas tropicales. Históricamente fueron un recurso alimenticio recurrente cuando otras fuentes quedaban limitadas o agotadas como en momentos de hambruna o de guerra. Griegos y romanos las utilizaban, no como verdura sino como planta medicinal. La ortiga mayor (Urtica dioica) es la especie de uso medicinal y la base del “preparado 504″ en la agricultura Biodinámica.

Aporte gramatical

El adjetivo “urticante” deriva precisamente del escozor provocado por el roce con sus hojas. Estas están cubiertas por tricomas, unos pelos huecos y abombados, similares a jeringas dónde se concentra un fluido que contiene histamina, acetilcolina y serotonina. Al roce, se rompen liberando su irritante contenido lo que provoca escozor por la acetilcolina y quemazón por la histamina. Esta molestia puede durar desde unos minutos hasta un par de días. La solución a este inconveniente está en un buen par de guantes al momento de recolectarlas. Las ortigas son muy exigentes en calidad de suelo y nutrientes, por lo tanto, indican con su presencia los suelo fértiles y bien drenados. Ese es principal motivo de la abundancia de ortigas cerca de los corrales del ganado en nuestros campos.

Sus virtudes

Aprender a gestionarlas en una huerta orgánica, proveerá de un excelente fertilizante muy rico en nitrógeno. Si se las incorpora en el compost, aceleran su maduración. El purín de ortigas se prepara mezclando 100 gr de planta troceada por litro de agua. Es recomendable recolectar las plantas previo a la formación de semillas. Mezclar y dejar fermentar de 10 a 20 días hasta que su color sea oscuro y no haya espuma. Filtrar y diluir 1:10 para su utilización en la huerta como un aporte de nutrientes y como inductor de la resistencia a plagas y enfermedades en general. Como verdura, tiene un alto valor nutricional. Es una fuente importante de calcio, hierro, potasio, magnesio, silicio, proteínas y vitaminas A y C. Si se blanquean las hojas, estas pierden su cualidad urticante y pueden consumirse solas o junto a espinacas o acelgas en rellenos, crepes o tortillas. Mezclando las ortigas con cebolla de verdeo, ricota, huevo y pistachos picados se pueden rellenar canelones o empanadas sorprendentes.

La verdolaga

A escala hogareña es conocida la verdolaga ornamental o “Flor de seda” (Portulaca grandiflora), una planta crasa con flores llamativas y campeona en resistencia a la falta de riego y al calor estival. A partir de mediados de primavera germinan en la huerta y el jardín, sus primas hermanas, las verdolagas (Portulaca oleracea) consideradas una maleza. Es una planta rastrera, de 40 cm de alto, muy ramificada, con tallos rojizos, hojas brillantes y carnosas, de forma ovada y roma. Las flores son diminutas y de color amarillo. Una sola verdolaga puede producir hasta 240 mil semillas. Y ese es el motivo por el cual se las ve aparecer año tras año en la huerta. Son originarias de la zona que abarca desde la India al sur de Europa. En países como México, Italia o España, son recolectadas y comercializadas a un precio más alto que las verduras de hoja tradicionales.

Una farmacia verde

Es una planta muy valiosa porque posee la mayor concentración de omega 3 de todos los vegetales de hoja. A su vez, tiene gran cantidad de nutrientes como vitaminas A, B1, B2, C, niacinamida, ácido nicotínico, α-tocoferol, β-caroteno y minerales, especialmente potasio. En nuestro país no se acostumbra a consumir las plantas que no se producen con ese fin. La divulgación de los resultados científicos sumados a su abundancia sin costo en las huertas y su utilización en la cocina lleva al aprovechamiento de este recurso sabroso y saludable. Contiene mucílagos que suavizan y calman las mucosas digestivas. Es laxante y ligeramente hipoglucemiante. Por ser astringente y cicatrizante es una solución en la huerta, si al trabajar se sufre una picadura de insecto. Se abre o exprime la hoja carnosa y se aplica sobre la herida.

En la cocina

Se consumen sus hojas frescas en ensaladas, que aportarán una textura muy especial al ser suculentas y jugosas. En rellenos, tartas, fajitas y preparaciones con huevos la verdolaga suma textura, sabor y nutrientes. En caldos y sopas junto a otros vegetales, aporta un valor depurativo. Debe utilizarse fresca y tierna, ya que no admite el desecado. Se conserva hasta 5 días refrigerada sin inconvenientes.

Fuente: tn.com.ar

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