En áreas urbanas como Nueva York, Denver y Los Ángeles, se ha convertido en una tendencia para la élite alejarse de las mascotas tradicionales, como perros y gatos, y criar pollos en su lugar. Aunque la cría de pollos solía ser predominantemente para los agricultores rurales, ahora no solo es elegante poseer estas aves, sino también un símbolo de estatus. Y Julie Baker, una mujer emprendedora de New Hampshire, está sacando provecho de la tendencia al fabricar pañales de pollo de diseño.
Hace 10 años, en su pequeña granja de Claremont, Julie estaba criando una bandada de pollos con su hija, y se cruzaron con un video de YouTube de una gallina que llevaba un pañal para que no dejara excrementos en todas partes. Julie recuerda haber pensado algo así como “Oh Dios mío, necesito hacerlo”, especialmente porque su hija a menudo traía a su pollo favorito Abigail a la casa.
Julie se embarcó en una misión para coser varios pañales de algodón para la gallina Old English; otros dueños de pollos pronto se pusieron en contacto con ella, queriendo pañales de pollo para sus granjas también. Con el deseo de crear una experiencia de unión familiar, Julie abrió una tienda online con su hija en 2010 llamada “Pampered Poultry”, como algo de lo que ella puede aprender mientras se educa en el hogar.
Para su sorpresa, su empresa explotó en popularidad. Comenzó con sus amigos amantes de las aves de corral, pero su base de clientes pronto se convirtió también en propietarios urbanos de pollos. Actualmente, Julie vende entre 500 y 1000 pañales por mes en los 50 estados, con cada venta minorista en alrededor de USD 18. Eventualmente, Julie se diversificó de vender pañales de pollo. Ella le dijo a The Outline que ahora también hace protectores de plumas y vestidos pañales.
Podés pensar que es una locura que las personas lleguen a comprar vestidos para sus pollos, pero esto es sólo la punta del iceberg. Aparentemente, los dueños de aves de corral se han vuelto tan embobados con sus mascotas que incluso contratan “susurradores de pollo” a USD 225 la hora para asegurarse que estén felices.
Algunas gallinas incluso obtienen chefs personales: “Pensamos que les daríamos de comer sobras, pero nuestras gallinas terminan comiendo salmón a la parrilla, carne, lechuga fresca y sandía orgánica”, dijo la dueña Amina Azhar-Graham.
Pampered Poultry destaca un cambio en la forma en que los humanos interactúan con los pollos. Alguna vez se consideró que no eran más que ganado aburrido, pero ahora muchas personas están empezando a tratarlos como mascotas, y reconociendo que tienen personalidades únicas.
Fuente: www.periodismo.com