Repasamos algunas de las mejores y peores comidas para el verano, según la ciencia. Estos son los alimentos más saludables y más perjudiciales que deberías tomar (o no) durante el verano.
El verano se trata de la estación favorita de muchas personas, sin embargo, aunque muchos asocian el verano a más ejercicio, pérdida de peso o hidratación permanente, lo cierto es que muchas personas descuidan sus hábitos saludables, ingiriendo más alcohol o comida chatarra y abusando de los alimentos procesados, los snacks industriales o los azúcares refinados, Etc.
A continuación repasamos, según las evidencias científicas, algunos de los mejores y peores alimentos para consumir en verano. De este modo, podrás eliminar de tu dieta o al menos reducir los más perjudiciales y apostar por comer con frecuencia aquellos que aportan más beneficios a tu organismo.
Zanahorias
Puedes comerlas crudas, ralladas en tus ensaladas, en guisos y platos como los revueltos o las verduras al wok, así como en zumos, batidos y licuados naturales.
Nos encontramos ante una fruta fresca, deliciosa, saciante y fuente de minerales y vitaminas como la A, la B o la C. Por cada 100 gramos nos encontramos con 48 calorías, 1,13 gramos de proteínas, 0,28 gramos de grasa y 10,36 gramos de hidratos de carbono.
Las zanahorias son buenas para la vista debido a su contenido en vitamina A, protegen contra enfermedades como el cáncer de próstata, el corrorectal, la leucemia o el cáncer de pulmón, regulan el azúcar en la sangre, retrasan los efectos del envejecimiento y fortalecen tu sistema inmune.
Arroz integral
El arroz es un cereal nutritivo, exquisito y lleno de propiedades nutricionales beneficiosas, que además, te permite preparar en verano deliciosas ensaladas.
El arroz, especialmente el integral -que estabiliza tus niveles de glucosa- es beneficioso para tu piel, tu intestino, tu sangre, tu metabolismo, tus niveles de energía, tu presión arterial, tus digestiones o tu sistema inmunitario. Proporciona energía, evita la obesidad y previene problemas como el cáncer
Sardinas
La sardina es un pescado azul con grandes beneficios nutricionales y especialmente rico en ácidos grasos insaturados omega 3. Consumiéndolas puedes reducir los niveles de colesterol y los triglicéridos altos, disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y clave para garantizar la buena circulación de la sangre.
Pepino
El pepino es una hortaliza diurética y refrescante, ideal para los ahora famosos batidos verdes o simplemente jugos y ensaladas. Solamente con aceite de oliva y vinagre ya resulta delicioso. Además, tiene un bajo contenido calórico, alto índice de agua que favorece tu hidratación y te permite eliminar toxinas y reponer vitaminas.
Sandías
Se trata de una fruta deliciosa propia de la época estival que puedes consumir de forma natural, postre o aperitivo, incluso en ensaladas diversas. Una de sus principales virtudes es su alto porcentaje de agua (92%), así como la gran presencia de vitaminas A y C. Es uno de los mejores alimentos saciantes, para eliminar toxinas y permanecer hidratado, además de su delicioso sabor.
Melón
Otra fruta típica de temporada cuyo consumo es habitual y beneficioso en los meses de verano. Comiendo regularmente melón aportarás a tu organismo fibra, antioxidantes, fibra y vitaminas C y A, dormirás mejor, estarás constantemente hidratado, perderás peso y te sentirás más lleno de energía.
Los diferentes variedades de melón poseen propiedades similares, con la leve diferencia de que , los de color naranja, aportan más betacarotenos que los verdes.
Arándanos
Los arándanos son frutos del bosque famosos por prevenir de forma efectiva las cistitis, gracias a la presencia de proantocianidinas. Además, sus beneficios se cuentan a patadas: protegen la salud de tu corazón, luchan contra los radicales libres gracias a la presencia destacada de antioxidantes y contienen flavonoides que potencian tu memoria y mejoran el aprendizaje y otras funciones cognitivas.
Los arándanos también te protegen de la diabetes y de diversas enfermedades cardiovasculares y mejoran tu memoria, son buenos para la vista y retrasan el envejecimiento
Lechuga
El verano es el período más idóneo para tomar todo tipo de ensaladas, y en ellas, la lechuga es un ingrediente destacado. Esta hortaliza destaca por su riqueza en fibra, lactucina, pectina y betacarotenos, vitaminas como B1, B2 y B3, A, E y C o minerales como el potasio, sodio, magnesio y calcio.
Entre otras ventajas, la lechuga contribuye a combatir la fatiga y la anemia por su presencia de hierro, fortalece las vías respiratorias, tiene efectos sedantes y analgésicos, ayuda a dormir mejor y es ideal para las personas con el colesterol alto. También ayuda a eliminar toxinas y tiene numerosas propiedades digestivas.
Tomates
Emblema de la dieta mediterránea, los tomates destacan por su gran aporte de vitaminas como la A, la K o la C, además de minerales como el hierro y el potasio.
Enumerando algunos beneficios de estos alimentos de verano, los tomates protegen tu visión, mejoran la circulación de la sangre protegiéndote frente a problemas cardiovasculares, cuidan de la piel, previenen el envejecimiento, favorecen el buen tránsito intestinal y son diuréticos naturales, evitando la retención de líquidos y propiciando la eliminación de toxinas.
Alimentos de los cuales deberíamos ingerir menos cantidad
Carne roja
Aunque no la elimines de tu dieta, si es importante reducir su consumo y desde luego, no comerla todos los días, ya que además de dañar tu organismo estás contribuyendo a un severo daño medioambiental. Es preferible consumir carnes magras, mucho más saludables.
En octubre de 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe concluyendo que la carne roja era “probablemente carcinogénica para los seres humanos”. Las dietas alta en grasas saturadas y colesterol aumentan considerablemente los riesgos de sufrir enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes y diverticulitis.
Helados
Los helados procesados o industriales son bastante negativos para la salud, a diferencia de los elaborados de forma artesana o natural. Nos encontramos en ellos con una elevada presencia de azúcares y grasas saturadas: los de crema son los más calóricos y los de hielo, los que menos, aunque las propiedades beneficiosas de estos últimos también son menores. No pasa nada por que los disfrutes en verano, pero debes intentar moderar su consumo. Si son artesanos o elaborados con fruta real y hielo, muchísimo mejor.
Tragos y bebidas con alcohol
El período estival es aquel en el que más aumenta el consumo de bebidas alcohólicas refrescantes como los cócteles. Aquellos como los daiquiris, gintonic, Fernet y un largo etcétera llevan una elevada cantidad de azúcar, alto grado de alcohol, tienen un alto contenido calórico y un índice glucémico de infarto. Disparan tu apetito, ralentizan tu metabolismo y en líneas generales, es mejor beberlos solamente en ocasiones excepcionales.
La mejor alternativa, ya de beber alcohol destilado, es decantarse por tomar whisky o ginebra con soda o limón exprimido, libre de azúcares añadidos.
Alimentos picantes
El picante tiene numerosos efectos positivos para nuestra salud, pero el verano no es la época más propicia para ingerirlo debido a las altas temperaturas. Sus componentes activan las glándulas sudoríparas y provoca ese efecto de sudoración incontrolable.
Si no puedes resistirte al picante, los expertos recomiendan añadir frutos secos a la comida para compensar el sabor.
Fuente : www.ticbeat.com