El problema con el olor corporal es que realmente no podés olerte a vos mismo, y en una sociedad excepcionalmente educada como la de Japón, puede poner a las personas en situaciones incómodas. Llevar un desodorante en todo momento durante el verano es bastante común en Japón, pero ponerse demasiado con demasiada frecuencia puede irritar la piel o manchar la ropa, por lo que no es exactamente una solución infalible. Si tan solo tuviéramos una forma de saber cuándo olemos mal… Afortunadamente, la fabricante japonesa de dispositivos de bienestar Tanita acaba de presentar su nueva creación, un comprobador de olores manual que analiza el olor corporal y clasifica su intensidad en una escala de 1 a 10.

Llamado ES-100, el dispositivo de detección de olores de Tanita se inspiró en la gama de analizadores de aliento de alcohol de la compañía. Básicamente adaptaron su tecnología para verificar la presencia de partículas de olor en lugar de alcohol, y nació el ES-100.

El dispositivo portátil es muy fácil de usar. Simplemente hay que girarlo y apuntar el sensor incorporado hacia las áreas problemáticas del cuerpo. Según los informes, tarda unos 10 segundos para que recolecte y analice datos, y luego muestra un resultado numérico en su pequeña pantalla LED. 0 significa que no hay mal olor, de 1 a 4 son niveles aceptables de olor corporal, de 5 a 9 realmente deberías preocuparte, y aparentemente un 10 significa que sos un riesgo biológico andante.

Curiosamente, el ES-100 no funciona solo para el olor corporal natural, sino también para el perfume. Entonces, como demasiado perfume es tan malo como el olor a transpiración, podés usar el dispositivo de mano para verificar si exageraste con la colonia.

Tanita dijo que espera que el verificador de olores ES-100 sea realmente popular entre los hombres de más de 40 años, la edad en las que las estadísticas muestran que los hombres comienzan a preocuparse más por su potencial mal olor corporal. Sin embargo, la compañía japonesa agrega que el dispositivo podría ser muy útil también para otras categorías, como las personas que quieren asegurarse de que el olor corporal no arruine su cita, o aquellos que trabajan muy cerca de otras personas.