Trucos caseros para mantener tus muebles en perfecto estado.
Los muebles, puertas y suelos de madera sufren un importante desgaste con el paso del tiempo. El riesgo de arañazos y golpes es alto por el contacto o roce con objetos.
Existen productos que, bien aplicados sobre el material, ayudan a eliminar las rayaduras y a restaurar los muebles.
Pasta de nueces
Las grasas de este alimento y la pulpa logran fundirse fácilmente en el material.
– Molé nueces para obtener una harina o polvo fino.
– Humedecé esta harina de nueces con un poco de aceite de oliva o agua.
– Frotá la mezcla en los muebles de madera.
– Dejá que se seque para obtener el efecto reparador.
– Eliminá el exceso de la pasta de nueces pasando un trapo por la superficie.
– Procurá repetir el proceso semanalmente para cuidar tus muebles.
Posos de café
Sirven para hacer una pasta para rellenar grietas y reparar arañazos, a la vez que tiñen y ayudan a igualar el tono de color de la madera.
– Humedecé los posos de café con un poco de aceite de semillas de lino, aceite de oliva o de girasol o solo con agua.
– Aplicá la mezcla pastosa en las zonas afectadas del mueble y dejá que repose por varias horas.
Eliminá los restos de la mezcla con un cepillo.
– Repetí el proceso al menos una vez por semana, hasta que ya no veas marcas que te desagraden en la madera.
Cera
La consistencia y maleabilidad convierten a este material en uno de los mejores para reparar arañazos.
– Agarrá un poco de cera con un trapo envuelto en tu dedo o con una esponja suave.
– Frotala en el mueble con rayaduras o rellená con esta cera para reparar madera solo las hendiduras o marcas que veas.
– Usá una esponja para pulir el mueble con la cera.
– Ya estará listo, no tenés que retirar la cera ni pasar un paño húmedo.
Plastilina
Es un material moldeable que se adapta muy bien para rellenar huecos.
– Agarrá la cantidad de plastilina que consideres necesaria para rellenar los orificios que quieras tapar en el mueble. Apotá por un color marrón parecido a la madera que tenés que reparar o por uno claro que luego puedas pintar.
– Aplicá la plastilina hasta que veas que las rayaduras o marcas quedan bien cubiertas.
– Aplicá pegamento, cola blanca o barniz con tinte del color de la madera que estás reparando para que la plastilina quede bien fijada en la madera y quede también bien disimulada.
– Si no tenés plastilina a mano, también podés hacer pastas caseras que resultan igual de efectivas.
Aceite y vinagre
La mezcla de aceite de oliva y vinagre resulta ser un producto reparador y abrillantador con el que se disimulan los arañazos y, a su vez, es desinfectante, por lo que protege contra la acumulación de bacterias, la aparición de moho y de insectos que comen madera, como las termitas.
– En un recipiente, añadí en proporciones similares el aceite de oliva y el vinagre blanco o de manzana.
– Frotá la madera con el líquido resultante.
– Esperá unos minutos para que el material logre absorber el producto.
– Quitá el exceso de líquido con un paño húmedo.
– Repetí este proceso una vez a la semana o cada cierto tiempo si ves que es necesario para mejorar el aspecto del mueble o del suelo de madera.
Aserrín
– Mezclá el aserrín con una pequeña cantidad de cola o pegamento blanco.
– Añadí el producto en las grietas del mueble.
– Esperá a que el material se seque por completo.
– Para aportar brillantez al mueble o para igualar el tono, podés aplicar pintura o barniz.
Aceite y pasta de dientes
Mezclar aceite de oliva con pasta de dientes ayuda a reparar porque los dos productos actúan como material de relleno.
– Humedecé la pasta de dientes con un poco de aceite de oliva, de girasol u otro vegetal.
– Frotá la mezcla en las rayaduras.
– Esperá unos minutos para que haga efecto.
– Eliminá los restos con un trapo húmedo y verás que las marcas se han disimulado. Si querés un resultado con más relleno porque las marcas son profundas, lo mejor es optar por otros métodos como el del aserrín y el pegamento.
– Para mejorar el aspecto podés aplicar barniz o pintura por la zona.
Medidas preventivas para cuidar los muebles:
– Limpiá la madera casi a diario con productos especializados.
– Aplicá cera o barniz sobre el material con regularidad.
– Evitá colocar los muebles de madera en zonas demasiado húmedas o muy expuestas al sol para que no se pudran ni se recalienten o quemen.
– Limpiá habitualmente los muebles de la cocina para cuidar el material y evitar que la grasa se acumule.
– No dejes objetos que puedan rayar la superficie de madera encima de esta. Si tenés que dejarlo hacelo arriba de un mantel o protector de silicona, mimbre u otros materiales.
– En el caso del suelo, poné alfombrillas en todas las patas de tu muebles, para que se deslicen bien sin dejar marcas.
Fuente: lt10.com.ar