Cualquier empresario japonés exitoso sabe lo importante que es la gratitud. No importa qué tan bueno sea un producto, una empresa no puede tener éxito sin el apoyo de sus empleados y clientes.
Pero muy pocas compañías están tan comprometidas con dar las gracias como Takeda Seika, una fábrica de golosinas con sede en la ciudad de Inuyama, en la prefectura de Aichi. El gran hit de Takeda son las Tamago Boro, galletas del tamaño de un bocado con forma de pequeños huevos (tamago en japonés). Al visitar la fábrica donde se confeccionan, además del sonido de la maquinaria de la línea de producción, se escucha “arigato”, o “gracias”, reproducido en un loop constante desde los altavoces.
Aproximadamente 15 años atrás, el entonces presidente de Takeda decidió que quería que los dulces de la compañía recibieran una serenata con la expresión de agradecimiento, como un recordatorio de que lo que mantiene a la compañía en marcha es el trabajo duro del personal y las compras continuas de sus clientes. Entonces, la compañía grabó un coro de 50 niños diciendo “arigato” y comenzó a emitirlo en la fábrica, una política que la administración actual ha mantenido.
Los altavoces no sólo suenan en un solo punto designado en la línea de producción. “Arigato” se puede escuchar en las áreas de mezclado, horneado, inspección y empaque, así como también en el depósito donde se almacenan los productos terminados antes del envío. El audio en bucle hace que los niños digan “arigato” aproximadamente una vez cada dos segundos, y cuando se multiplican por los 50 niños involucrados, significa que a Tamago Boro se le dice “gracias” unas 1,500 veces por minuto.
Por eso, Takeda anuncia sus dulces como los “caramelos que escucharon ‘gracias’ un millón de veces”, aunque dado que en realidad solo tomaría unas 12 horas alcanzar ese número, es probable que el número real sea más alto. Si esto realmente hace que tengan mejor sabor, es difícil de probar, pero la compañía ha estado en el negocio desde 1952, por lo que debe estar haciendo algo bien.
Fuente: www.periodismo.com