Una suscripción mensual al canal premium de televisión francés Canal + cuesta alrededor de 10 euros (USD 11), pero los presos en las cárceles francesas aparentemente pueden verlo de forma gratuita, lo que aparentemente fue razón suficiente para que un ex convicto cometa un delito y quede atrapado. En el transcurso del verano, el hombre de 25 años no identificado cometió una serie de robos en el suburbio de Colomiers en Toulouse, pero había algo en su modus operandi que dejó a los investigadores rascándose la cabeza. Dejó rastros de saliva sobre las escenas del crimen, como si quisiera que se identificara su ADN.

Resulta que las sospechas de los policías eran correctas, ya que el criminal admitió que había escupido en todas las casas en las que había irrumpido con la esperanza de que la policía verificara el ADN. El 2 de septiembre, durante una audiencia ante el Tribunal Penal, el ladrón proclamó en voz alta que quería volver a prisión para poder ver Canal +, lo que sorprendió incluso a su abogado.

«Las personas que dicen que prefieren la cárcel a la calle son bastante comunes, pero esta es probablemente la primera vez que defiendo a un cliente que quiere ir a la cárcel para ver programas para adultos», dijo Delphine Reynaud-Aymard, abogada del acusado.

Los medios franceses se comunicaron con un oficial de la prisión, que prefirió permanecer en el anonimato, y le preguntaron qué tan fácil es ver Canal + tras las rejas. Aparentemente, el ladrón tiene un punto, es más barato o incluso gratis ver el canal de televisión premium en la cárcel, mientras que los consumidores habituales tienen que pagarlo.