La auto conversación empieza en la infancia, sin embargo existen algunos signos de alarma. Expertas consultadas resaltaron cuándo es saludable y positivo mantener este comportamiento y cuándo es necesario acudir a un especialista.
Se supone que hablar significa comunicarse con otra persona. Sin embargo, las personas también hablan con ellas mismas en voz alta y es normal. Existe un prejuicio sobre ese diálogo interior, pero desde la psicología se reconoce que puede tener sus beneficios en diferentes momentos de la vida. La clave es saber distinguir cuándo hablar con uno mismo es conveniente y cuándo puede ser motivo de consulta.
“Desde la infancia, los seres humanos empezamos a practicar la conversación con nosotros mismos en voz alta. Se inicia como parte de un juego y se continúa en la adultez”, señaló a Infobae la licenciada en psicología Adriana Guraieb, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina. “Hay un prejuicio sobre la autoconversación. Se considera que si alguien habla solo, se trata de un trastorno. Pero hablar solo tiene sus beneficios si uno tiene conciencia de que se encuentra conversando con uno mismo”, añadió.
La autoconversación es una forma saludable de aumentar la motivación, calmar la ansiedad o analizar una situación complicada. De acuerdo con Guraieb, al hablar en voz alta, una persona puede prepararse para una conversación que tendrá en los próximos días por alguna situación laboral, familiar o de pareja. “Permite transformar ideas en palabras, practicar el modo en que se hablará con otras personas, y darse ánimo si por ejemplo se trata de la participación en alguna competencia deportiva. Ayuda a ganar confianza en uno mismo”, comentó la especialista.
También la conversación de una sola persona beneficia cuando se siente soledad. “Hay personas que al escucharse se sienten más acompañadas. Al hablar, organizan sus pensamientos y sus sentimientos o les sirve para clarificar cuáles son las tareas que tienen pendientes”, afirmó. Dedicar tiempo a la autoconversación puede reducir la ansiedad, mejorar la autoestima y aumentar la productividad. “La autoconversación puede permitir que la persona se focalice y aclare una idea que la perturbaba”, agregó la experta.
De acuerdo con la psicóloga Grace Tworek, de la Clínica Cleveland de los Estados Unidos, hay diferentes beneficios de la autoconversación. Puede ayudar a desglosar una situación y organizar los pensamientos como una forma de elaborar un plan y seguir avanzando en la tarea.
También “la autoconversación puede ser una herramienta poderosa durante una situación que requiera más concentración”, explicó Tworek. O puede ayudar a reducir el estrés ante una situación complicada. Decirse: “Respira hondo. Todo va a salir bien”, por ejemplo, puede servir para regular las emociones cuando el día da un giro duro e inesperado.
Consultada por Infobae, Andrea Pierri, licenciada en psicología y docente de la cátedra de Familia y pareja en la Universidad Del Salvador, consideró: “Escucharse en voz alta y tener un diálogo interior hace que la persona pueda reflexionar de una manera diferente. Pero hay que tener en cuenta que a veces hay una rumiación de pensamientos negativos que no nos ayudan”. En estos casos, “es importante hacer una consulta a un profesional de la salud mental para confrontar los pensamientos que no nos ayudan. La terapia puede ser un sostén para reflexionar sobre lo que pensamos”, expresó Pierri.
Para la especialista de la Clínica Cleveland, en tanto, hay algunas pautas para considerar a la hora de la autoconversación. Se puede utilizar el nombre en lugar de un pronombre para autodistanciarse y procesar mejor la conversación. Hay que mantener una actitud positiva. “Si te hablas negativamente a ti mismo, eso no va a aumentar ni ayudar a tu rendimiento”, señaló Tworek. En lugar de ser duro con uno mismo, hay que intentar que la conversación sea edificante y productiva.
En tanto, Mercedes Méndez, del equipo de psicoterapia cognitiva y coordinadora de meditación mindfulness del Instituto INECO, también valoró los beneficios de hablar con uno mismo. “Es un fenómeno propio del ser humano. Lo importante es que la persona registre que está teniendo la conversación consigo misma y que tenga en cuenta el contenido de la autoconversación”, afirmó la licenciada Méndez.
“No toda autoconversación es buena. Si una persona se la pasa hablando y se culpa, se reta o se recrimina de manera reiterada, se trata de una conversación negativa. Lo importante es que sea una conversación amable con uno mismo. Que la persona se enriquezca y empodere para llegar a tomar decisiones. Si se trata de una conversación con un contenido negativo, puede frenar o boicotear a la persona en la toma de decisiones”, señaló Méndez.
Es más, la autoconversación puede ser un problema en otras ocasiones. “Cuando una persona habla en voz alta pero cree que realmente está conversando con otra persona, frecuentemente, se trata de un soliloquio que hay que prestarle atención. Puede ser la puerta a un trastorno severo de la personalidad y requiere la consulta a un profesional de la salud mental”, advirtió la licenciada Guraieb.
Fuente: www.infobae.com