Los expertos de la Universidad de Harvard explicaron algunos trucos para asegurarnos de que nuestros platos sean saludables, incluso cuando los preparamos rápidamente para llevarlos al trabajo.
Si de algo no hay dudas es que la vorágine de la rutina nos lleva, muchas veces, a caer en la desorganización. De hecho, la falta de tiempo también desencadena en “picotear” a cualquier hora, comer a las apuradas y, como si fuera poco, alimentarnos con comida que no es del todo saludable para afrontar una jornada.
Por este motivo, prestar atención a nuestro bienestar siendo metódicos se convierte en primordial al afrontar estos quehaceres. En ese sentido, los expertos de la Universidad de Harvard explicaron algunos trucos para asegurarnos de que nuestros platos sean saludables, incluso cuando los preparamos rápidamente para llevarlos al trabajo.
Según explicaron, lo principal es cuidar las proporciones de los ingredientes que conforman los platos. En tanto, recomiendan por ejemplo que la mitad del plato esté constituida por frutas y verduras, lo más variadas posible. Además, los expertos afirman que la otra mitad debería estar conformada por un cuarto de granos integrales (trigo integral, cebada, granos de trigo, quinoa, avena, arroz integral) y otro de proteínas (pescado, pollo, legumbres, nueces).
Cabe remarcar que otro punto muy importante es la pertinencia de limitar el consumo de carnes rojas (ya que existe abundante evidencia científica que apunta a que podrían ser cancerígenas) y de evitar completamente el de carnes procesadas (tocino, bacon, embutidos, salchichas).
Por último explicaron que hay que prestar atención a los detalles de nuestros platos, como por ejemplo el tipo de grasas que incluimos en nuestra dieta de manera diaria (cabe destacar que los autores del artículo no establecen un límite máximo a la cantidad de grasas que deberíamos consumir en un mismo día).
Es decir, recomiendan optar por grasas saludables como los aceites de oliva, soja, maíz, girasol o cacahuete y evitar los parcialmente hidrogenados, que contienen grasas transaturadas. También, aconsejan no consumir bebidas azucaradas, limitar la leche y los lácteos a una o dos porciones diarias y el jugo a tan sólo un vaso pequeño al día.
Fuente: la100.cienradios.com