Lo que le pase en la mente le pasa al cuerpo. Por eso es muy importante la percepción y ver la realidad del mejor modo posible.
Estrés y percepción: ¿Qué tendrá que ver? Mucho. La percepción no es ver la realidad. En medicina del estrés, cuando trabajamos con pacientes estresados, algo muy corriente en esta época, tiene mucho que ver con la realidad. Pero le digo algo: para nosotros la realidad no existe. La realidad son los hechos interpretados desde nuestros propios procesos psíquicos. Lo que es estresante para Juan no lo es para Pedro. ¿Por qué? Porque cada uno hace su propia evaluación de la realidad. Es muy común que las personas vean fantasmas donde no los hay. Quiero decir que esto tiene que ver con la subjetividad en la Vida.
Hay un área en la medicina que se llama psiconeuroinmunoendocrinología, PNIE. Porque psico, es mente; neuro es sistema nervioso; inmuno, es inmunidad, defensa del cuerpo; endocrinología, significa hormonal. ¿Qué quiere decir?. Que todo está relacionado con el cuerpo. Una palabra difícil, muy larga, 30 letras, para jugar al ahorcado, pero en realidad habla de cómo funciona nuestro cuerpo.
Pero lo más importante es que empieza con la P, que quiere decir lo psicológico. Lo que le pase a usted en la mente le pasa al cuerpo. Por eso es muy importante la percepción y ver la realidad del mejor modo posible para nosotros sentirnos bien. La mayoría de las personas se hacen problema por cuestiones que no lo merecen. Esto es importantísimo: tratemos la realidad para que sea lo más benigna posible para nuestros intereses emocionales. Recuerde que la percepción es algo subjetivo y esa diferencia no es solamente académica, no es para una clase en la facultad es para saber que yo puedo cambiar mi realidad si cambio mi percepción. Recuerde: no importa lo que sucede sino lo que yo creo que sucede. La realidad es subjetiva.
Entonces mucho depende de la personalidad. ¿Qué es la personalidad? La personalidad es nuestra conducta estable en el tiempo, es decir, lo que nos caracteriza de forma longitudinal, lo que hace que uno sea de tal modo. Es nuestro modo de ser. Y resulta que hay personalidades o modos de ser que están más predispuestos al síndrome del estrés o que se estresan con más facilidad.
Una de esas personalidades se les llama “Personalidad Tipo A”. Nosotros, en la especialidad de medicina del estrés y la psiconeuroinmunoendocrinología clínica, lo llamamos, coloquialmente, petardos de mecha corta, son esas personas que se estresan con facilidad, que explotan de nada y acumulan cargas en los días y en la vida.
¿Cuáles son las características de la personalidad tipo A? Si usted se identifica con muchas de ellas y con intensidad en muchas de ellas, es probable que usted sea una personalidad Tipo A. Es bueno conocerse. Hay tests psicológicos cognitivos que miden esto, pero en general podemos decir lo siguiente para ver si usted se identifica y si le sirve de algo para lograr un camino de autoconocimiento.
La personalidad Tipo A, son personas dinámicas, activas, muy competitivas, que quieren ganar siempre, que juegan con el hijo al tenis y le quieren ganar 6-0, 6-0. Viven en virtud del tiempo, tienen agendadas muchísimas cosas en forma continua, no tienen espacios libres, de ocio, son muy puntuales y hacen notar que son muy puntuales. Además, siempre están haciendo cosas, son personas que a lo mejor hablan deprisa, son esas personas que terminan la frase por uno.
También tienen tendencia a vivir aceleradamente, eso es lo que se llama personalidad Tipo A, en inglés Type A Behaviour, es decir conducta Tipo A, más que personalidad Tipo A, y fueron descriptas en 1957 por los profesores Roseman y Friedman en California, y se hicieron muchos estudios respecto a eso. Sabemos que cuando una persona es verdaderamente una personalidad Tipo A, tiene mayor tendencia a enfermarse, incluso de enfermedades cardiovasculares.
La personalidad del Tipo B se caracterizan por ser tranquilas y pacientes, aunque aparentemente son menos productivas, se toman el tiempo de reflexión para una mayor calidad y toma de decisión pausada; suelen presentar un alto grado de adaptabilidad y no muestran demasiada resistencia al cambio; tienden a la introversión; sus actos son calmados, hablan sin prisa y sus gestos reflejan tranquilidad.
Muestran sensibilidad y empatía hacía los demás, pudiendo en ocasiones olvidar sus propias necesidades o derechos. Debido a estas características, los individuos de Tipo B son descritos, a menudo, como apáticos y desinteresados por las personas del Tipo A.
Los beneficios para la salud se ha relacionado más bien con la capacidad de recuperar el equilibrio emocional tras una crisis; gestionar adecuadamente el estrés; conseguir un buen equilibrio entre su sistema nervioso simpático y su sistema nervioso parasimpático; no suele experimentar ansiedad en su día a día y ante los retos que se le propone.
En cuanto a los síntomas comunes del estrés, puede ocurrir que tal vez piense que una enfermedad es la culpable de ese dolor de cabeza irritante, de tu frecuente insomnio o de tu menor productividad en el trabajo. Pero el estrés puede ser la causa, advierten los especialistas de Mayo Clinic de Estados Unidos.
Los síntomas de estrés pueden afectar su cuerpo, sus pensamientos y sentimientos, y su comportamiento. Ser capaz de reconocer los síntomas comunes de estrés puede ayudarle a controlarlos. El estrés que no se controla puede contribuir a muchos problemas de salud, como la presión arterial alta, las enfermedades cardíacas, la obesidad y la diabetes.
Si tiene síntomas de estrés, tomar medidas para controlar su estrés puede tener muchos beneficios para la salud. Explore estrategias de manejo del estrés, como las siguientes:
Hacer actividad física con regularidad
Practicar técnicas de relajación, tales como respiración profunda, meditación, yoga, taichi o masajes
Mantener el sentido del humor
Pasar tiempo con la familia y los amigos
Reservar tiempo para pasatiempos, como leer un libro o escuchar música
Trate de encontrar maneras activas de controlar el estrés. Las formas inactivas de controlar el estrés, como ver la televisión, navegar por Internet o jugar videojuegos, pueden parecer relajantes, pero pueden aumentar el estrés a largo plazo.
Y asegúrese de dormir lo suficiente y mantener una alimentación saludable y equilibrada. Evite el uso de tabaco, el exceso de cafeína y alcohol. Si se toman esas medidas para controlarlo, pero los síntomas continúan, consulte a su médico. O piense en la posibilidad de ver a un consejero o terapeuta profesional, quien puede ayudarle a identificar las fuentes de su estrés y aprender nuevas herramientas para enfrentarlo.
*El doctor Daniel López Rosetti es médico (MN 62540 de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Presidente de la Sección de Estrés de la World Federation for Mental Health (WFMH). Y es autor de libros como: “Emoción y sentimientos” (Ed. Planeta, 2017), “Equilibrio. Cómo pensamos, cómo sentimos, cómo decidimos. Manual del usuario.” (Ed. Planeta, 2019), entre otros.
Fuente: www.infobae.com