El cassette, la bic y la cinta adhesiva, recuerdos del invento que hizo viajar a la música

En 1963, Lou Ottens creó una cajita de plástico de 10 centímetros por 6 que cambiaría el mundo para siempre. Un prototipo para almacenar y reproducir música que diez años más tarde se popularizó en todo el planeta con el nombre de cassette.

Por esos años, las canciones sonaban en discos de vinilo, demasiado grandes y frágiles como para adaptarse al movimiento de la población. Los sonidos eran siempre un placer estático, pero este prototipo prometía dotar a la música de otro movimiento.

Cassette significa cajita en francés. Y refiere al envase que contiene dos pequeñas bobinas con una cinta magnética que las conecta. En esa cinta se graba la música, y se puede reproducir tanto de un lado como de la superficie opuesta, lo que exige que los oyentes saquen el cassette del reproductor para ofrecerles al aparato las ya célebres cara A y cara B.

El 1 de julio de 1979 nació el walkman, un reproductor portátil a pilas que permitía una costumbre que continúa hasta nuestros días: escuchar música en una caminata, en el transporte público o en una sala de espera y de forma individual, gracias al uso de auriculares.

Es increíble pensar hoy en lo costoso que era “rebobinar” un cassette, volver a escuchar esa canción que provocaba emoción o era digna de ser bailada otra vez. Sí los Walkman tenían la opción pero el consumo que generaba de pilas, con los costosas que eran, dieron paso al ingenio popular cuando alguien descubrió que el orificio del cassette permitía a nuestras queridas Bic entrar perfectamente y junto a las leyes de la física hacerlo girar para poder rebobinar ¡Gratis!

De la mano del ingenio ahorrativo los más “ratas” aprendimos que había 2 orificios cuadrados en la parte opuesta a la de la cinta y que si cubrían los mismos, ya se con algodón o cinta adhesiva, se convertían en un cassette virgen, de modo que podías grabar sobre él las canciones que quisieras, aprendimos a reciclar desde pequeños .

Incluso después de ser destronados del reino de la reproducción musical, la marca que los cassettes dejaron en el mundo de la música fue tan grande que estas pequeñas cajitas aún son recordadas por los más nostálgicos. Porque fueron quizás las primeras que permitieron que los oyentes se adueñaran de la música y la pusieran en eterno movimiento.

Fuente: www.lmneuquen.com

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