El descanso es indispensable para que la mente pueda funcionar con todo su potencial. Pero las horas de descanso necesarias no son las mismas.
Muchas veces dormimos mal, o poco, y lo notamos inmediatamente al día siguiente, porque no estamos demasiado lúcidos, o todo nos fastidia, o nos cuesta más de lo habitual. Dormir resulta indispensable para la mente. Ahora, ¿Cuántas horas son las necesarias? ¿Hay un número fijo para todos?
DIFERENTES HORAS PARA DIFERENTES PERSONAS
Diferentes personas necesitan diferentes cantidades de horas de sueño. La mayoría de los adultos necesitan de 7 a 8 horas de sueño por noche para una buena salud y funcionamiento mental. Pero atención, porque algunos adultos necesitan hasta 9 horas de sueño por noche. Según se advierte, más tiempo durmiendo nos podría dejar en un estado aletargado para la jornada que sigue. Y menos de 7 horas, en varios días sucesivos, termina por afectar nuestro rendimiento general.
POR QUÉ DORMIR
Parece básico decirlo, pero dormir le da al cuerpo y al cerebro tiempo para recuperarse del estrés del día. Después de una buena noche de sueño, uno se desempeña mejor y toma mejores decisiones. Dormir lo ayuda a sentirse más alerta, optimista y a tener una mejor relación con las personas. Dormir también ayuda al cuerpo a combatir enfermedades.
SUEÑO Y SALUD
Conforme la vida se vuelve más agitada, es mucho más fácil pasar más tiempo sin dormir. Según estudios, la mayoría de los estadounidenses solo duermen 6 horas o menos por noche. Ello es peligroso, ya que se necesitan muchas horas de sueño para restaurar cerebro y cuerpo. No dormir lo suficiente puede ser malo para la salud en varias formas.
QUÉ AFECTA AL SUEÑO
Existen muchas razones por las cuales las horas de sueño son escasas.
Agenda ocupada. Las actividades nocturnas, ya sean laborales o sociales, son una de las razones principales por las que la gente no duerme lo suficiente.
Mal entorno para dormir. Es mucho más difícil obtener una buena noche de sueño en un dormitorio con mucho ruido o luz, o que es muy frío o caliente.
Electrónicos. Las tabletas y los teléfonos móviles que emiten sonidos durante la noche pueden afectar el sueño. También pueden hacer imposible desconectarse del mundo de la vigilia.
Afecciones médicas. Algunos problemas de salud pueden evitar que se consiga un sueño profundo. Estos incluyen artritis, dolor de espalda, enfermedad del corazón, y afecciones como el asma que dificultan la respiración.
La ansiedad y el abuso de sustancias también pueden dificultar que se concilie el sueño. Algunos medicamentos afectan el sueño.
Estrés por dormir. Después de varias noches de dar vueltas en la cama, el simple hecho de estar en la cama puede hacerlo sentir ansioso y despierto, incluso si se siente muy cansado.
Fuente: www.lt10.com.ar