Si bien la lavandina es el limpiar de referencia para muchas personas, su utilización a diario requiere de ciertos cuidados a tener en cuenta.
Durante muchos años la lavandina fue el limpiador de referencia en la mayoría de los hogares. Es habitual encontrarla en las casas, sin embargo, si se utiliza de forma incorrecta puede ser dañina y nociva.
Los especialistas han comprobado que la lavandina puede causar daños a largo plazo en diversas superficies y materiales. La madera es una de ellas, ya sea una mesa de comedor o un piso, va a absorber cualquier blanqueador debido a su naturaleza porosa. Como resultado podrá deformarse o decolorarse, por eso en estos casos lo ideal es utilizar algún producto diseñado específicamente para dicha superficie.
Tampoco debe aplicarse en acero inoxidable, ya que es corrosiva para el metal y puede desgastar la superficie. La corrosión puede ocurrir cuando el cromo y el cobre reaccionan con el producto, por eso debe emplearse un limpiador o pulidor de metales específico.
La lavandina también debe evitarse en mesadas de granito o mármol. Si bien parecen muy resistentes, son de piedra y porosas como la madera. Como consecuencia se pueden manchar y quedar opacas y descoloridas. Para evitar arruinarlas, lo mejor es usar un limpiador doméstico general o alguno recomendado por el fabricante.
En épocas de coronavirus, es una verdadera tentación limpiar el teléfono celular con lavandina. Sin embargo, y aunque parezca muy efectiva, debe limpiarse con alcohol o toallitas desinfectantes porque la lavandina podría dañar la capa protectora de la pantalla o dañar el equipo si ingresa por una alguna abertura.
Aunque se ingiera en muy poca cantidad, la lavandina puede poner en peligro la vida así que no es recomendable limpiar ningún producto para nuestras mascotas con ella. Los juguetes, los recipientes de comida y las bandejas sanitarias se pueden limpiar con agua y detergente para platos.
Por último, recordá no utilizar lavandina para desinfectar los juguetes de los más chicos de la casa. Ocurre que no es fácil enjuagarla al 100% y el riesgo de que un niño la ingiera es muy alto. Para ello, utilizá jabón blanco o detergente en poca cantidad y agua tibia.
Fuente: la100.cienradios.com