Desde que comenzó la pandemia, se incrementó el trabajo desde casa. Esto puede resultarnos muy cómodo pero a la vez muy perjudicial para nuestra salud, sino adoptamos una buena postura para ello.
La pandemia ha traído consigo grandes cambios en todos los ámbitos de la vida. Hemos visto afectada la forma de relacionarnos con los demás, la libertad de movimiento derivada de las restricciones para evitar la expansión del virus y se han incorporado otras medidas que han tenido un claro impacto en nuestro día a día, por ejemplo, esto se ha visto reflejado en el ámbito laboral.
Home Office: ¿Cómo llevarlo adecuadamente?
El porcentaje de personas que teletrabaja ha aumentado considerablemente desde el inicio de la pandemia, ya que se consideró una forma efectiva de evitar contacto y posibles exposiciones al virus. De tal forma que, todas aquellas personas con un trabajo que le permitiese desempeñarlo desde casa sin problema, comenzaron a adoptar esta dinámica pautada y guiada por las empresas.
Tras todos estos meses podemos constatar que el teletrabajo se mantiene y así, son muchos los que continúan trabajando desde casa. Esto hace que sea especialmente importante atender a los hábitos que adoptamos durante la jornada laboral que transcurre desde casa.
Uno de los aspectos más importantes es tener un espacio despejado, adecuado y dedicado al trabajo. Contar con el ambiente propicio resulta crucial para sentirnos más cómodos durante la jornada y rendir lo suficiente. Lo ideal es dividir los espacios de casa dedicados a distintas actividades y separar el espacio de ocio del espacio de trabajo para evitar que se entremezclen y que ello pueda causar embotamiento mental.
Una vez que tenemos el espacio delimitado para desempeñar nuestro trabajo es importante atender a la higiene postural. No solo es importante la mesa y la silla que tengamos, también es relevante cómo hacemos uso de ellas. Sentarse de forma inadecuada durante un largo período de tiempo en la mesa de trabajo, usando el ordenador o haciendo cualquier otra cosa, puede repercutir negativamente en nuestra salud corporal.
Con lo anterior, nos referimos, por ejemplo, a dolores de espalda derivados de malas posturas, fatiga visual o cansancio.
TIPS PARA MEJORAR LA POSTURA CORPORAL
Junto al uso del corrector de espalda, existen formas y hábitos que podemos implementar en nuestra rutina de trabajo para cuidar la postura. Algunos de ellos son:
- Sentarse en una postura erguida, apoyando la espalda completamente en el respaldo de la silla. Lo ideal es usar un pequeño cojín para conseguir sostener adecuadamente la parte inferior de la espalda y mantener la postura.
- Comprobar que la cabeza esté alineada con los hombros. De igual forma, los muslos deben estar alineados con las caderas y los pies deben mantenerse en el suelo.
- Prestar atención a los hombros, evitando levantarlos o que estén encorvados. Deben mantenerse relajados.
- El teclado debe estar a la altura del codo una vez que nos sentamos. Esto es importante para ayudar a mantener los hombros relajados.
- Descansos cada 30 minutos para no sobrecargarse, puedes andar o hacer algunos estiramientos.
- Si estás usando el ordenador durante las horas de trabajo, es importante que cuando teclees mantengas las muñecas rectas, paralelas al suelo. Si no es un ordenador de mesa y trabajas con un portátil pues optar por usar un ratón inalámbrico, pues facilita la movilidad del ratón.
Llevar a cabo estos tips y preocuparte por mantener una postura adecuada durante las horas de trabajo se traducirá en múltiples beneficios. No notarás dolores o fatiga visual que, en muchas ocasiones, deriva de malas posturas frente al ordenador. En definitiva, cuidar la higiene postural facilitará tu jornada laboral y será mucho más amena.
Fuente: www.airedesantafe.com.ar