No sirve usar sólo manteca de cacao o pasarles vaselina. El tratamiento requiere de un proceso que hay que realizar en forma continua teniendo en cuenta que esta parte del cuerpo es una de las más delicadas.
Los labios secos o agrietados y las “boqueras” son frecuentes ante la deshidratación que se profundiza por el frío. La piel de la boca es mucho más delgada y delicada, es completamente distinta a la que cubre el cuerpo. Los factores externos afectan esta zona del rostro.
El frío y la sequedad, junto a la exposición de otros factores como la calefacción, hacen que la piel y la semimucosa de los labios tiendan a resecarse más que otras zonas. Carecen de glándulas sebáceas y por eso, no producen aceites naturales protectores. Por lo mismo, se irritan y se parten. En general, este problema suele solucionarse con medidas sencillas de cuidado.
“La gente confunde la manteca de cacao, manteca de karité, vaselina o aceite de oliva, con la capacidad de humectación. Es algo que no ocurre, porque no penetran, sólo generan una película sobre el labio que en todo caso evita que se pierda la humectación y, si no la hubo, queda un labio engrasado y seco”, explica a la dermatóloga Irene Bermejo (M.N. 60.438).
Los labios están en la primera línea de contacto con la contaminación ambiental y las condiciones climáticas. La alimentación también es importante en el cuidado: no hay que excederse en la ingesta de alimentos ácidos y cítricos y, por supuesto, tomar mucha agua.
“Hay que prestar atención a cómo se usa la crema humectante de la cara. En el momento que se aplica, hay que incluir los labios. Sobre eso, se puede poner el bálsamo para labios o todo aquello que lo mantenga engrasado o humectado. El labio es una semimucosa que tiene que estar húmeda”, detalla la especialista y aclara que situaciones como la menopausia, resecan aún más la zona. Cuando no alcanza con el uso de la manteca de cacao para proteger los labios, se puede usar vaselina o cualquier producto que mantenga lubricada la zona.
En general, aconsejan que hay que humectar la piel labial tantas veces como se necesite, durante el día y por la noche, antes de salir y acostarse porque hay personas que duermen con la boca abierta, lo cual al inhalar y exhalar puede resecar mucho los labios.
“Se puede hacer mesoterapia con dermapen que ayuda a penetrar los principios activos dentro de la piel, para no pinchar el labio, y usar ácido hialurónico, no de relleno. El labio que está rellenado con ácido hialurónico ya va a estar humectado de forma adicional”, remarca Bermejo.
Sobre las “boqueras” o queilitis, la médica aconseja consultar con un experto para que indique una crema específica. Esta herida se produce por la acumulación de saliva en las comisuras de la boca que puede favorecer la aparición de microorganismos.
Fuente: tn.com.ar