El exceso de sodio en la dieta incrementa la presión arterial.
En la Argentina, una persona consume 12 gramos de sal diarios y duplica los 5 gramos por día que recomienda, como máximo, la Organización Mundial de la Salud. La mayor parte de ese consumo, entre el 65% y el 70%, proviene de los alimentos procesados o industrializados, incluso en alimentos que pueden no tener sabor salado, como panes, galletitas dulces, copos de cereal, lácteos y conservas.
Para disminuir o evitar el consumo de sal es indispensable disminuir al máximo la compra de productos ultraprocesados.
“Es clave retomar el hábito de realizar preparaciones caseras con alimentos naturales como legumbres, carnes, huevos, verduras y frutas de estación. Es decir, consumir menos productos envasados y más alimentos reales”, aseguró Andrea Delledonne, licenciada en Nutrición (M.P. 1715) y miembro del Consejo Directivo del Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires.
Por otro lado, el consumo de sal de mesa, ya sea para cocinar o agregar a las comidas una vez servida, representa alrededor del 15% del total de la ingesta diaria de sal.
“Muchas personas agregan sal aún antes de haber probado la comida servida, por lo que es importante también trabajar en este aspecto, incentivando a sacar el salero de la mesa”, explicó la nutricionista bonaerense.
“Para reemplazar el sabor salado, se pueden utilizar otros condimentos que le dan sabor a las comidas, tanto aromáticos como picantes o ácidos. También se pueden priorizar las formas de cocción, que realcen el sabor de los alimentos, como horno, parrilla, plancha o vapor”, sostuvo Delledonne, y aconsejó “trabajar con las familias la idea de evitar todo tipo de agregado de sal a las comidas durante los primeros años de vida de los niños y niñas”.
Desde el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires consideran fundamental la implementación de la ley de Promoción de la Alimentación Saludable, sancionada el año pasado, que tiene como uno de sus ejes el etiquetado frontal de advertencia, para distinguir con un sello octogonal negro en el frente del envase a aquellos productos altos en sodio, componente principal de la sal, entre otros nutrientes críticos y nocivos para la salud.
Beneficios de disminuir el consumo de sal
- Disminución de la presión arterial: Es el principal beneficio de reducir su ingesta. Se estima que cada año se podrían evitar 2,5 millones de muertes si el consumo de sal a nivel mundial se redujera al recomendado por la OMS.
- Disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV): La ingesta excesiva de sodio constituye uno de los principales factores de riesgo para estas enfermedades. Se han demostrado efectos positivos con la reducción de su consumo sobre la aparición de enfermedad cardiovasculares, infarto y mortalidad.
- Disminuye el riesgo de accidente cerebrovascular (ACV): Hay importante evidencia de que consumir mucha sal aumenta la presión arterial y la hipertensión es el factor de riesgo más importante relacionado con el ACV. Tener una presión arterial normal disminuye a la mitad el riesgo de ACV que tiene una persona hipertensa.
- Se previene la osteoporosis: El sodio aumenta la excreción urinaria de calcio, o sea, la pérdida de calcio por orina, lo que puede llevar a una pérdida ósea.
- Se evita daño a nivel renal: El aumento de la presión arterial, a su vez, puede producir una lesión renal.
- Se previene el cáncer gástrico: La sal puede actuar como un irritante y agente inflamatorio de la mucosa del estómago, lo que la deja expuesta a agentes cancerígenos.
Fuente: tn.com.ar