Con la primavera cercana, las inscripciones se multiplican y los parques y plazas se llenan de personas haciendo running y todo tipo de actividad física que atraiga a aquellos que se apuran por llegar en forma al verano. Cómo cuidar la dieta.
Una cosa no quita la otra: no es recomendable ponerse a hacer deporte, sobre todo si es intenso, sin plantearse qué, cómo y cuándo comer. La determinación y el esfuerzo constante a veces no alcanzan para lograr objetivos. Es a base de estrategias que se podrá construir la fuerza, ganar masa muscular, perder grasa, aumentar resistencia, y mantener hábitos alimenticios saludables, opinan los que saben.
“Realizar al menos 150 minutos semanales de alguna actividad física, mejora significativamente el descenso de peso, la tensión arterial, la glucemia en personas con diabetes y en muchos casos ayuda a mejorar la ansiedad en personas que la manifiesten”, señala Victoria Inés Nuñez (M.P. 5.276) licenciada en Nutrición y referente del Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires.
Qué tener en cuenta en relación con la alimentación
Núñez comparte estos consejos:
- Hidratarse con agua antes, durante y luego del entrenamiento.
- No ir al gimnasio sin comer.
- Al menos una hora antes, tratar de incorporar alimentos fuente de carbohidratos ricos en fibra como pan integral o de salvado.
- Al terminar el entrenamiento, consumir algún alimento rico en proteínas como semillas de zapallo, yogur, etc.
- Evitar el consumo de bebidas ricas en sales de rehidratación si el entrenamiento no es intenso o dura menos de dos horas.
“Incorporando estos consejos, el cansancio y la fatiga merman, junto con una alimentación variada, no monótona y siempre teniendo como bebida de preferencia el agua, además de un buen descanso y priorizando frutas y verduras de estación”, resume la nutricionista.
Los “atajos” para llegar físicamente bien al verano
“En esta época, afloran los ‘desafíos de 21 o siete días’ que buscan ese cuerpo perfecto, difícil de alcanzar, y en un tiempo récord. Pero, ¿realmente funciona este tipo de desafíos? La respuesta es no, ya que la búsqueda de soluciones mágicas no existe”, explica la licenciada en nutrición Teresa Cóccaro (M.N. 5.705) y comparte tres pilares para llegar a buen puerto:
1. Alimentación saludable sin prohibir ningún grupo de alimentos: se deben incluir la mayoría del tiempo aquellos más saludables y con control en la cantidad de aquellos ricos y no tan sanos. Comer de todo sin comerse todo.
2. Actividad física de tipo aeróbica al menos media hora al día o lograr un recorrido diario de 10 mil pasos.
3. Canalización de las emociones por alguna terapia alternativa: yoga, música o meditación.
“Es clave cuidar el tamaño de lo que se come, aumentar la actividad física, mantener una actitud positiva hacia la comida, no privándonos de lo que nos guste comer”, aconseja la nutricionista y advierte que todos estos cambios no se logran en el mes de la primavera, sino que deben sostenerse a lo largo del tiempo.
Fuente: tn.com.ar