Los restos de tu café mañanero pueden ser útiles para las plantas de tu jardín, sigue esta guía para conocer cómo lograrlo.
¿Conoces ese sentimiento de despertar después de una buena taza de café? Pues lo mismo puede hacer con tu jardín; el desayuno entero puede funcionar como composta, así que antes de echar a la basura las sobras de las frutas o los desechos del café preparado, piensa que puedes reutilizarlo y ayudar a tu jardín a estar más sano, y lo mejor ¡de forma orgánica!
Esta bebida de los dioses no solo te da la energía que necesitas para empezar un día nuevo, si no que ahora también será tu aliado para a fertilizar las plantas y hasta para crear un pesticida natural, sigue esta guía para conocer todos los beneficios.
Beneficios del café en la tierra
A diferencia del café que estamos acostumbrados a tomar, la cafeína no es lo que estimula al jardín, sino los múltiples minerales, fósforo, potasio y nitrógeno que contiene. Contrariamente a los fertilizantes sintéticos, las sobras de café liberan lentamente estos nutrientes, dándole oportunidad a la tierra de absorberlos por un tiempo prolongado, lo que asegura un césped sano durante todo el año.
Además, el café contribuye a los microorganismos que potencian el crecimiento de las plantas y atrae a las lombrices, que son las encargadas de airear y oxigenar el suelo. Abonar regularmente con composta vegetal, mezclando el café con la tierra y resto se composta orgánica, puede reducir por completo la necesidad de abono convencional.
Contrario a las semillas de café recién tostadas que son muy ácidas, los restos del café que ya ha sido usado tienen un pH neutro, de modo que para que sea un fertilizante exitoso necesitamos que el café haya sido infusionado antes.
¿Cómo preparar tu abono de café?
Lo primero que tienes que saber es que a la hora de guardar las sobras cafeteras, debes asegurarte de que estén secas por completo. Para esto necesitarás una bandeja de aluminio y un poco de papel de periódico esparcido dentro de ella. Cada mañana cuando limpies tu cafetera, deshecha los restos del café en la bandeja y colócalo al sol para asegurar su secado correcto, esto evitará que tus sobras de café se pudran o que le crezcan hongos, lo que arruinaría tu abono.
Después, puedes trasladarlas a un recipiente de vidrio, plástico o cualquier tipo de tupper. Pro tip: puedes almacenarlo en regaderas normales (como las de agua) y “regar” tu césped con café, así lo esparcirás de forma constante y uniforme.
Ahora vierte tu abono de café alrededor de la raíz de cada planta y remueve un poco la tierra para que se adhiera mucho mejor al suelo. Por sus propiedades naturales, este abono es ideal para plantas como rosas, arándanos, frutillas, fresas, azaleas, hortensias o rododendros.
El café como pesticida
Los restos del café usado también pueden hacer la función de pesticida para babosas, larvas, caracoles y algunos insectos masticadores. La composición natural de café actúa como barrera y repelente tóxico de algunos de los insectos que pueden arruinar tu jardín, pero asegúrate de no colocar una capa gruesa porque puede impedir que entre correctamente el agua y el aire.
Fuente: www.airedesantafe.com.ar