Son uno de los problemas más comunes de la piel y, también, los más difíciles de solucionar de forma definitiva.
La contaminación, el polvo, la aplicación continua de maquillaje, cuestiones hormonales y la producción de grasa, son algunos de los factores que se encargan de obstruir los poros de la piel.
“Los puntos negros abundan en las pieles seborreicas. Técnicamente, son comedones abiertos: folículos pilosebáceos dilatados con contenido graso y células muertas que taponan esos orificios”, explica a Con Bienestar la dermatóloga Adriana Raimondi (M.N 63.217), miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología.
Suelen aparecer en la nariz, pero también en la frente, el mentón y alrededor de la boca, ya que son las zonas donde se produce un exceso de grasa. Los puntos negros también pueden localizarse sobre el torso, los hombros y la espalda, sobre todo en los hombres.
“Lo mejor en casa es hacer una exfoliación periódica con una crema que tenga microgránulos. Eso va a ayudar a retirar la parte más superficial de los puntos negros y va a mejorar la apariencia”, aconseja la médica. “No soy partidaria de dilatar los poros con vapor de agua para extraerlos porque a veces puede causar inflamación”, advierte.
Las máscaras de arcilla también ayudan a eliminar el exceso de grasa de la piel y pueden aflojar o incluso eliminar la suciedad de los poros obstruidos.
“Cómo tratamiento se usan sustancias retinoides que disminuyen la cantidad de células al nivel de esos orificios pilosebáceos y entonces, se van eliminando paulatinamente. También hay opciones que se dan por vía oral”, señala la experta.
Sobre los limpiadores eléctricos, la especialista cree que pueden ser de utilidad, pero remarca que los efectos son transitorios. “Prefiero recomendar la limpieza manual tradicional en gabinete con una cosmiatra que sepa lo que tiene que hacer y no lesione la piel”, indica Raimondi.
¿Se pueden prevenir los puntos negros?
“Es una tendencia de la piel y es difícil eliminarlos completamente. Incluso después de las limpiezas manuales vuelven a aparecer”, admite la dermatóloga.
Hay que evitar todo aquello que pueda ensuciar la piel y tener mucho cuidado al desmaquillarse para que no queden restos que aumenten la producción de sebo y de grasa.
Es clave el lavado diario del rostro, por lo menos dos veces al día, con un jabón antibacterial y agua tibia. De esta forma se logrará reducir las bacterias de la piel y eliminar cualquier posible punto negro.
“Otro consejo es mantener una alimentación sana y beber suficiente agua, por supuesto dos consejos que aplican para todo en la vida. Tener una dieta equilibrada evita la carga de alimentos muy azucarados que generan fenómenos inflamatorios al nivel de la piel y el organismo en general”, sugiere Raimondi. Además, resalta la importancia de la fotoprotección: “El sol hace que la piel se ponga más gruesa y eso puede empeorar los comedones”.
Todas estas recomendaciones no reemplazan el tratamiento médico. Por lo tanto, ante cualquier problema en la piel, o incluso si se busca mejorar la apariencia, la primera alternativa es consultar con el dermatólogo.
Fuente: tn.com.ar