Es un problema que va más allá de la estética y la belleza, por lo que necesita tratamiento. Recomiendan el uso de ropa con tejidos naturales, que dejen transpirar la piel.
Ponerse un bikini y tener este problema no es una buena combinación porque estos granitos son muy molestos y poco estéticos. Aunque las personas suelen llamarlo acné, esta inflamación en el folículo alrededor de la zona del glúteo, los muslos, las piernas, y también la espalda, tiene por nombre foliculitis.
“Es una afección cutánea muy frecuente, en la cual el folículo piloso, que es el lugar por donde emerge el vello, se infecta y se inflama”, explica a Con Bienestar la dermatóloga Irene Bermejo (M.N. 60.438).
Los especialistas aclaran que no se trata de acné debido a que estas zonas no son sebáceas, por el contrario, suelen ser secas y al estar mucho tiempo cubiertas se puede ocasionar la foliculitis.
“Si bien es de carácter benigno, el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno ayudan a mejorar la calidad de vida de los que padecen este problema. Se debe tener especial cuidado en personas inmunodeprimidas, ya que puede evolucionar a patologías más graves”, advierte Bermejo.
Las peores estaciones del año
En otoño e invierno, es común que las personas tiendan a desarrollar granitos en el cuerpo. La ropa que se usa es menos transpirable que la de verano, aumenta la sudoración y se genera una zona húmeda, ideal para la aparición de estos folículos en distintas zonas, sobre todo en la espalda y los glúteos.
“La foliculitis en glúteos, muslos y piernas se origina por la fricción constante de la piel favorecida por el uso de ropa ajustada, el sedentarismo, la práctica de deporte como el ciclismo, sumado a la transpiración y la oclusión; estos factores alteran la barrera cutánea, modifican el PH y la flora habitual. La piel queda más expuesta y permite el ingreso de bacterias, en su mayoría Staphilococcus aureus”, detalla la médica.
Existen dos tipos principales de foliculitis: la superficial y la profunda. La externa, que se da en la parte superior del folículo piloso, provoca una lesión pequeña llena de pus (pústula), mientras que la más interna, que afecta a la zona inferior del folículo piloso, crea un bulto duro que se inflama (nódulo) y que puede llegar a ser muy doloroso si se agrava (forúnculo).
Es importante atenderse con un dermatólogo, para que sea el profesional quien indique el tratamiento más adecuado. Una recomendación común es la exfoliación y consiste en frotar la esponja de baño con un jabón cremoso o un exfoliante corporal durante la ducha.
“El tratamiento de la foliculitis consiste en la aplicación de un antibiótico tópico en forma de crema, gel o loción. En general, los antibióticos orales se reservan para casos graves. En los casos de foliculitis recurrente, tanto en hombres como en mujeres, se recomienda la depilación con láser. Al eliminar de forma permanente el folículo piloso, eliminamos el núcleo de la infección y desaparece el problema. Además, con este tratamiento logramos mejorar el aspecto general de la piel de la zona tratada”, indica la dermatóloga.
Fuente: tn.com.ar