Limpiar los azulejos de la cocina es más fácil de lo que parece. Existen ciertos trucos para conseguir una cocina impoluta y, para lograrlo, es importante conocer el paso a paso.
Limpiar la cocina puede llevar tiempo y esfuerzo, sin embargo existen algunos trucos para ganarle a la suciedad. Si las paredes están revestidas de azulejos y los colores ya no lucen como el primer día, es necesario comenzar con la labor antes de que la la humedad, la grasa y la suciedad se impregnen en las paredes.
El primer paso será retirar todos los objetos sobre las mesadas, así también aquellos que cuelguen de las paredes que se vayan a limpiar (de este modo se facilitará la tarea). No hay que dejar de prestarle atención a los azulejos que cubren el frontal de las hornallas porque es en esta zona donde más restos de grasa se acumulan.
Una vez que esté todo listo, lo único que hay que hacer es decidir qué fórmula usar para limpiar los azulejos de la cocina. A continuación se enumeran una serie de trucos a seguir:
Limpiar los azulejos de la cocina con agua y jabón. Se trata de la mezcla más básica que consiste en tomar un balde, llenarlo de agua caliente y añadir jabón líquido. Sumergir una esponja y usar la parte áspera para frotar sobre la superficie de los azulejos. Luego retirar los restos de jabón con un trapo húmedo y secar con papel de cocina.
Limpiar los azulejos de la cocina con amoníaco. Esta puede resultar una opción útil para quienes deseen realizar una limpieza profunda. En caso de haberse acumulado mucha grasa, proceder a llenar un balde de agua caliente con amoníaco. Precaución: usar guantes de goma y ventilar para dispersar los vapores de la sustancia. Con la mezcla, limpiar los azulejos y luego repetir este paso con un trapo de agua. Finalmente secar con un paño.
Limpiar los azulejos de la cocina con vinagre. Cuando se quiere retirar la grasa y desinfectar a la vez, el vinagre blanco o de vino resulta una excelente opción. En un balde añadir agua caliente y una parte de vinagre blanco por cada tres de agua. Diluir y usar una esponja para frotar la superficie sucia. Repasar los azulejos con un trapo empapado de agua limpia y luego secar la superficie.
Limpiar los azulejos de la cocina con bicarbonato. Esta fórmula es realmente eficaz y solamente hay que diluir el bicarbonato en agua, humedecer una esponja y luego frotar los azulejos. También puede añadirse unas gotas de jabón y agua oxigenada y la dejar actuar alrededor de 10 minutos (la combinación hará que la suciedad salga casi por sí sola).
Limpiar los azulejos con productos desengrasantes. Este tipo de productos se comercializan en los supermercados y se venden en formato spray. Son de aplicación cómoda y eficaz, sin necesidad de preparar ningún tipo de mezcla, solo siguiendo las instrucciones del producto.
Otro dato a tener en cuenta: es fundamental limpiar las juntas de los azulejos. Muchas veces se pasa por alto este detalle, con lo cual es necesario optar por productos especiales para limpiarlas y recuperar su tono blanco.
Una opción casera es poner dos cucharadas de bicarbonato de sodio y añadir agua poco a poco, mezclándolo, hasta conseguir una pasta homogénea. Repartirla por las juntas usando un cepillo de dientes y dejara en reposo unos minutos y retírala usando una esponja.
Fuente: la100.cienradios.com