Recientes investigaciones aseguran que el consumo de esta fruta aumenta significativamente la diversidad de bacterias buenas en el intestino, lo que se traduce en beneficios para la salud en general.
Bien sabido son los beneficios que el consumo de frutas de estación tiene para la salud. Así, con la llegada de los meses de calor, hacen su arribo a las verdulerías las frutillas, los duraznos, el melón, la sandía, las ciruelas y las uvas, entre muchas otras.
Y precisamente un nuevo estudio publicado en la revista científica Nutrients reveló en los últimos días que el consumo de uvas aumenta significativamente la diversidad de bacterias en el intestino, lo que se considera esencial para la buena salud en general. Además, reduce significativamente los niveles de colesterol y los ácidos biliares, que desempeñan un papel integral en el metabolismo del colesterol.
Los resultados sugieren un nuevo y prometedor papel de las uvas en la salud intestinal y refuerzan los beneficios de esta fruta en la salud del corazón.
“Las uvas son una de las frutas más consumidas”, reconocieron los autores del trabajo, al tiempo que destacaron que “no sólo contienen varios fitoquímicos, como catequinas, proantocianidinas, antocianinas, leucoantocianidina, quercetina, kaempferol, estilbenos, ácido elágico e hidroxicinamatos, sino que también son una buena fuente de fibra”.
En el estudio de intervención, realizado en la Universidad de California, en Estados Unidos, y dirigido por el investigador principal, el doctor Zhaoping Li, los sujetos sanos consumieron el equivalente a 1,5 tazas de uvas al día durante cuatro semanas junto con una dieta baja en fibra/baja en polifenoles durante todo el estudio.
“Los efectos antioxidantes, antibacterianos y antivirales de la uva, el extracto de uva o los compuestos fenólicos de la uva de la uva se han informado anteriormente”, señalaron los investigadores en la publicación de sus conclusiones, que en este oportunidad descubrieron que “ocho semanas de consumo de uvas en la dieta mejora la función hepática y la formación de lesiones ateroscleróticas en conejos alimentados con una dieta aterogénica (0,5% de colesterol)”.
El estudio incluyó una estandarización de cuatro semanas a una dieta baja en polifenoles, seguida de cuatro semanas de consumo de 46 gramos de polvo de uva mientras se continuaba con la dieta baja en polifenoles.
Después de cuatro semanas de consumo de uva, hubo un aumento en la diversidad microbiana medida por el índice de Shannon, una herramienta de uso común para medir la diversidad de especies.
Entre las bacterias beneficiosas que aumentaron se encontraba la Akkermansia, una bacteria de gran interés por su efecto beneficioso sobre el metabolismo de la glucosa y los lípidos, así como sobre la integridad del revestimiento intestinal.
Además, se observó una disminución de los niveles de colesterol en sangre, incluido el colesterol total en un 6,1% y el colesterol LDL en un 5,9%.
Los ácidos biliares, que están relacionados con el metabolismo del colesterol, se redujeron en tanto en un 40,9%.
“Descubrimos que las uvas tienen un efecto beneficioso sobre las bacterias intestinales, lo cual es una gran noticia, ya que un intestino sano es fundamental para la buena salud”, destacó el doctor Li, quien concluyó: “Este estudio profundiza en nuestros conocimientos y amplía el abanico de beneficios para la salud de las uvas, al tiempo que refuerza los beneficios para la salud del corazón de las uvas con la reducción del colesterol”.
Fuente: www.infobae.com