Galina Chuvina tenía 56 años en 2007 cuando descubrió el lanzamiento de cuchillos. La jubilada rusa de la pequeña ciudad rusa de Sasovo había conseguido un trabajo en la sección de guardarropa de la piscina local, tomando la ropa de las personas y repartiendo números.

Un día, dos jóvenes vinieron para discutir la posibilidad de abrir un club de lanzamiento de cuchillos en las instalaciones, y Galina se convirtió en una de las primeras en inscribirse en el entrenamiento.

Apenas un mes y medio después de iniciar el curso, la jubilada se enteró de que su ciudad natal pronto albergaría una competencia de lanzamiento de cuchillos con alrededor de 50 participantes, incluidos soldados de las fuerzas especiales, lanzadores de cuchillos profesionales y aficionados como ella. La mujer se inscribió y sorprendió a la audiencia al ganar el primer lugar.

La victoria de la lanzadora de cuchillos amateur sorprendió a mucha gente, pero también hubo quienes simplemente lo llamaron suerte para principiantes. La jubilada les demostró que estaban equivocados en el Campeonato Nacional de Lanzamiento de Cuchillos 2007, en Moscú, donde volvió a lograr una sensacional victoria, superando a los mejores lanzadores de cuchillos del país. Su primer premio había sido una picadora de carne nueva, pero por su victoria en las nacionales, la jubilada recibió un teléfono móvil y un colchón de aire. Esto solo la motivó a inscribirse en más competencias.

En 2008, Galina participó en el Campeonato Mundial de Lanzamiento de Cuchillos en Kaliningrado, contra 36 de los mejores lanzadores de cuchillos del mundo. La mujer solo había entrenado durante sólo un año, y era la única jubilada entre los participantes, pero ganó una vez más. “Baba Galya” (como la llamaba el público), se había convertido en la lanzadora de cuchillos número uno del mundo.

En 2013, Galina Chuvina ganó el Campeonato Europeo de Lanzamiento de Cuchillos y Hachas, agregando otra medalla significativa a su gorra. A lo largo de su increíble carrera, ganó otros 3 campeonatos nacionales, así como 50 medallas y títulos. En la mayoría de los países, habría sido considerada un tesoro nacional, pero aparentemente no en Rusia.

En su apogeo, Chuvina recibió mucha atención de la prensa, concediendo entrevistas y apareciendo en programas de televisión, pero nunca recibió un apoyo significativo de nadie, incluidas las autoridades. A medida que la edad comenzó a pasar factura, dejó de asistir a competencias, principalmente porque no podía permitirse viajar, y se retiró a su ciudad natal de Sasovo.

Galina no volvió a su antiguo trabajo en la piscina local y, a pesar de recibir ofertas de padres para enseñarles lanzamiento de cuchillos a sus hijos, estas ofertas nunca se materializaron. Hoy, a los 68 años, vive en una casa en ruinas, y apenas llega a fin de mes con una pensión mensual de 17.000 rublos (220 dólares). Triste final para una ilustre carrera…

Fuente: www.periodismo.com