La familia de Takao Shito ha estado cultivando verduras en la misma granja durante más de 100 años. Su abuelo era agricultor, su padre también, y ahora Takao ha asumido el mismo mandato, solo que las cosas son un poco diferentes para él, de lo que eran para sus antepasados.
Antes la granja Shito era parte de una aldea de alrededor de 30 familias rodeada de campos abiertos, pero hoy se encuentra sola, en el medio del Aeropuerto de Narita, el segundo aeropuerto más grande de Japón.
Los jets vuelan sobre su cabeza las 24 horas del día, y su único camino hacia y desde la granja es a través de túneles subterráneos. La mayoría de la gente estaría desesperada por mudarse, pero no es el caso de Takao Shito. Ha estado luchando por conservar su granja durante más de dos décadas, e incluso rechazó una oferta de más de USD 1.7 millones por su tierra.
“Son terrenos cultivados por tres generaciones durante casi un siglo, por mi abuelo, mi padre y yo. Quiero seguir viviendo aquí y cultivando”, dijo Shito a la prensa, hace un par de años.
El padre de Takao, Toichi, era uno de los más fervientes oponentes de un puñado de agricultores que habían estado obstaculizando los planes del gobierno de expandir el aeropuerto de Narita desde la década de 1970. La mayoría de los otros agricultores de la zona habían sido convencidos de vender sus tierras mediante incentivos económicos, pero Toichi Shito aseguró que no cedería ni por todo el dinero del mundo. Su convicción marcó a Takao cuando era niño, y cuando el viejo granjero falleció a la edad de 84 años, dejó su trabajo en el negocio de restaurantes y regresó a la granja familiar para continuar la lucha.
Takao Shito ha estado desde entonces involucrado en batallas legales para evitar que las autoridades lo expulsen por la fuerza de la tierra que su padre ha estado cultivando durante más de 100 años. Es agotador, al igual que la agricultura en sí, pero no tiene intención de retroceder. Su lucha se ha convertido en un símbolo de los derechos civiles, y cientos de voluntarios y activistas se han unido para apoyarlo a lo largo de los años.
«Me ofrecieron un acuerdo en efectivo con la condición de que dejara mi granja», dijo Takao. “Ofrecieron 180 millones de yenes (USD 1.687.320). Eso equivale a 150 años del salario de un agricultor. No me interesa el dinero, quiero seguir cultivando. Nunca consideré irme».
El aeropuerto de Narita es la principal puerta de entrada internacional de Tokio, y maneja alrededor de 40 millones de pasajeros y 250.000 vuelos al año. Se suponía que su segunda pista pasaría por la tierra de Takao Shito, pero debido a los problemas legales, ahora básicamente la rodea. El aeropuerto ha estado comprando tierras de otros agricultores menos obstinados, pero Shito sigue siendo una espina en su costado.
Según un artículo de la Answer Coalition, el Tribunal Local de Chiba dictó una decisión injusta que permite la ejecución obligatoria de las tierras de Takao el 20 de diciembre de 2018, pero al día siguiente ganó otra demanda que ordenó la detención temporal del proceso de ejecución obligatoria, hasta que comenzó el juicio en el Tribunal Superior de Tokio, al año siguiente.
Takao Shito todavía se ocupa de su granja orgánica en el medio del aeropuerto de Narita, y vende productos frescos a unos 400 clientes. La pandemia de Covid-19 no lo ha afectado negativamente, en todo caso, le facilitó la vida en uno de los aeropuertos más grandes del mundo. La caída del tráfico aéreo ha hecho que el aire esté más limpio, y su hogar más silencioso.
Fuente: www.periodismo.com