Las medidas regirán desde este lunes. Se decidieron durante la cumbre entre el Presidente y su Gabinete en Olivos. Además, habrá licencia laboral para mayores de 60 años.
Por el avance del coronavirus en la Argentina, el Gobierno anunció este domingo la suspensión de las clases hasta el 31 de marzo. Se trata de una de las decisiones que el presidente Alberto Fernández tomó durante la reunión que se llevó a cabo en Olivos, de la que participaron funcionarios del Ejecutivo nacional, de la Capital Federal y de la provincia de Buenos Aires. La medida regirá desde este lunes.
También se decidió cerrar las fronteras (marítimas, aéreas y terrestres) por el mismo período de tiempo para quienes quieran entrar al país. Estarán exceptuados de la norma los argentinos o los extranjeros residentes que están en el exterior y deban regresar. No se limitarán las salidas.
«Las fronteras argentinas se han cerrado. Hemos observado que por las fronteras terrestres vienen turistas que llegan de las zonas de riesgo. Nadie podrá ingresar, salvo los argentinos nativos o los extranjeros residentes en la Argentina», aclaró Alberto Fernández, acompañado por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
El jefe de Estado agregó que «no se van a poder desarrollar ningún tipo de espectáculos que impliquen que se junte un número importante de gente». Y, en ese sentido, dijo que se dispondrán «licencias a todas las personas mayores de 60 años». «Les vamos a pedir que se queden en sus casas», subrayó.
Alberto Fernández buscó, en todo momento, llevar tranquilidad a la sociedad. «Estas medidas no suponen ningún agravamiento de la situación que teníamos hasta ahora. Si atacamos el problema de chiquito, vamos a evitar que el crecimiento sea exponencial», explicó para quitarle dramatismo al avance de la enfermedad. Para terminar, resaltó que la cuarentena debe cumplirse y apuntó que, quien la viole, «será perseguido penalmente».