Medios rusos informaron sobre el absurdo caso de un ladrón que irrumpió en un edificio de oficinas en la ciudad de Orenburg, y luego se quedó dormido en una silla de oficina.
El fallido robo ocurrió el 20 de noviembre, cuando un hombre de 36 años entró de manera fraudulenta en un edificio de oficinas privadas en Sharlykskoye Road, en la ciudad de Orenburg, al pasar por una pequeña ventana en el tercer piso. Luego usó una variedad de herramientas, como destornilladores, cortadores de alambre, un martillo, un extractor de clavos y un montón de llaves, para irrumpir en varias oficinas de empresas privadas, en busca de objetos de valor.
El ladrón, de hecho, había logrado encontrar 140.000 rublos (USD 2.100) en efectivo, pero en lugar de salir corriendo del edificio antes de ser descubierto, el hombre decidió descansar un poco, y se sentó en una silla de cuero. Y ahí es donde la policía lo encontró durmiendo, varias horas después.
Según la agencia de noticias rusa RIA, el intruso fue visto por primera vez durmiendo en una de las oficinas en las que había entrado, por un guardia de seguridad mientras revisaba las cámaras de vigilancia. En lugar de confrontar al hombre de inmediato, el guardia contactó a Rosguard (Guardia Nacional de Rusia), que envió inmediatamente un equipo de intervención. No está claro cuánto tardó Rosguard en llegar al edificio, pero no hubo prisa, ya que cuando llegaron, el ladrón todavía estaba profundamente dormido en la silla de cuero, junto a su bolsa de efectivo.
El hombre fue esposado, y luego puesto bajo custodia policial. Ahora enfrenta una larga temporada en la cárcel, ya que una verificación de antecedentes reveló que tenía condenas anteriores, y estaba en la lista federal de personas buscadas.
La moraleja de esta historia es que, si planeás llevar a cabo un robo, lo mejor es descansar un poco de antemano, ya que tales operaciones parecen ser agotadoras.
Fuente: www.periodismo.com