Dos dermatólogos explican los riesgos para la salud de esta moda en auge y recomiendan qué hay que saber antes y después de tatuarse.
La costumbre de tatuarse o de ponerse piercings puede parecernos moderna, pero en realidad se enmarca en costumbres ancestrales que surgieron independientemente en distintas culturas del mundo desde tiempos prehistóricos. Muchos jóvenes, y cada vez más adultos, se tatúan varias partes de sus cuerpos, incluso llegando a tapar por completo el color de la piel y, en casos extremos, hasta los ojos. Si bien quedan cool, pueden, sin embargo, generar muchos problemas.
Andrés Politi (M.N. 73.970), dermatólogo y miembro titular de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD), explicó: “Es importante que, como cualquier intervención que daña la piel, la realización de un tatuaje sea un proceso limpio y antiséptico para no transmitir infecciones por virus (HIV, Hepatitis B y C, etcétera) o bacterias. Hoy se usan materiales descartables, por lo que el riesgo es menor al que existía hace unos años. No obstante, como son procedimientos que no se hacen en un medio higiénico, como ser un área de salud, hay que tener mucho cuidado”.
Otro tema, precisó, es que como la piel se lesiona -producto del tatuaje- hay que tener disciplina en la desinfección de la zona los días siguientes de la intervención para evitar así el ingreso de bacterias.
“Otro problema es que muchos de los pigmentos que se utilizan pueden provocar alergia y eso es grave porque el tatuaje no se remueve fácilmente. La alergia crónica por tatuaje es un problema que los dermatólogos vemos muy seguido, sobre todo en aquellos pacientes con tinta roja en la piel”, reveló.
En ese sentido, confesó que a los dermatólogos los tatuajes grandes les dificultan poder revisar bien la piel de los pacientes. “Si bajo el área tatuada hay una lesión sospechosa, como ser un lunar peligroso o melanoma, es muy complicado para el profesional detectarlo”, alertó.
Por último, alertó que sacar un tatuaje es un procedimiento muy costoso y hasta doloroso. “Se logra con muchas sesiones de láser y los resultados son aceptables, pero rara vez los tatuajes desaparecen por completo”.
Cuidados a implementar antes y después de tatuarse
Javier Domínguez Cruz, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), explicó en SaberVivirTV que los cuidados que hay que adoptardeben ser similares al tamaño de los tatuajes.“Es fundamental llevar a cabo medidas de higiene adecuadas, aunque estas pueden ser más complicadas de realizar si el tatuaje es de gran tamaño”, dijo.
Para él, un tatuaje es muy similar a una pequeña intervención quirúrgica en la piel y, por eso, deben llevarse a cabo todas las precauciones posibles, como las siguientes:
- Informarse bien y confirmar que el centro elegido cumpla con las normas adecuadas de salud e higiene.
- Antes de comenzar a hacerse el tatuaje, pedir una prueba de la tinta en una zona poco visible, sobre todo aquellas personas con enfermedades en la piel o ante determinados colores que pueden provocar alergia.
- Cuidado con el color rojo: “La gran mayoría de los tatuajes que vemos en las consultas de Dermatología y que han causado problemas son de color rojo. Por lo tanto, si se va a utilizar tinta roja es especialmente recomendable realizar la prueba de alergia al menos dos semanas antes de hacerse el tatuaje definitivo”, advirtió.
- Hay varios estudios que advierten que las tintas contienen sustancias tóxicas como arsénico y plomo. Si bien es en pequeñas cantidades, pueden resultar cancerígenas.
- Cuando se realiza el tatuaje, se produce una ruptura en la piel que puede facilitar que la tinta penetre hasta capas más profundas de la piel. “De allí, se observó que algunas moléculas de la tinta podrían viajar hasta los ganglios linfáticos y llegar al hígado donde podrían alcanzar a otros órganos del cuerpo y perjudicarlos. Cuanta más extensión de piel tatuada, más riesgo hay de que eso ocurra”, alertó.
- Tras realizar el tatuaje, el profesional debe proteger la zona con vaselina o pomada antibiótica y una venda, apósito o film.
- Al cabo de unas horas, se puede retirar el vendaje y limpiar la zona suavemente con agua tibia y jabón hipoalergénico o de pH neutro, teniendo especial cuidado en no frotar ni rascar.
- Secar con cuidado, con pequeños toques y una toalla o paño limpio.
Fuente: tn.com.ar