Pese a que en los últimos años surgieron dietas con distintos nombres, además de polvos o líquidos para bajar de peso, las calorías aún existen. Sin embargo, no son todas iguales.
¿Se detendrá en algún momento la oferta de productos mágicos para adelgazar y el consumo de las personas de esos productos? En estos últimos 50 años, han aparecido no sé cuántas dietas y productos. Desde el consumo de gorgojos, la dieta de los puntos, del astronauta, tenemos la dieta del chino. Tenemos esos polvitos o líquidos que se agregan a la comida, que si uno los consume, ya nada más se absorbe de las calorías que uno ingresa. La leche, veneno líquido.
La prohibición de comer harinas en un mundo en el cual una de las cosas que más se consumen son las harinas, es algo raro. Ahora, apareció una última cosa, las calorías no existen más. Entonces, ¿qué quiere decir? Las calorías siguen existiendo. Lo que pasa es que cuando uno consume un alimento no todas las calorías son exactamente iguales. Por ejemplo, si yo consumo 100 calorías, no es lo mismo que sean en forma de manteca a que sean en forma de azúcar, en forma de pan, de tomate o de huevo.
Son 100 calorías, pero algunos de estos dan más saciedad. Por ejemplo, el huevo da más saciedad. El azúcar se transforma más fácilmente en un elemento que sube la cantidad de insulina en sangre y, por lo tanto, produce cambios metabólicos que no son convenientes. Lo mismo el pan. La manteca va a parar a las arterias. En fin, cada una de estas cosas tiene un sentido distinto.
No es que las calorías hayan dejado de existir, sino que se complementa, para el valor de un alimento, con los otros elementos que yo le conté. La saciedad, la rapidez con que se absorben los hidratos de carbono. Una cosa tarda más en absorberse que otra. Una verdura tarda más en absorberse. El azúcar se absorbe directamente.
El tipo de grasa que tenga también influye. Por ejemplo, la grasa que tiene el huevo es una grasa buena. La grasa que tiene la manteca es menos buena. Por supuesto, se puede comer de todo, depende de la cantidad y de la frecuencia con que uno lo hace.
En una palabra, cada cosa novedosa que usted encuentre y que le dice “se encontró que tal cosa…”. Hay un dicho en latín muy viejo que dice: “Le temo al hombre de un solo libro”.
Quiere decir que hay tenerle mucho temor a aquella persona que, basada en una información, llega a una conclusión general que se puede aplicar en todos los casos.
Bonus track: las mejores estrategias para bajar de peso
El bajar de peso se produce cuando se suceden muchos cambios pequeños, como es la planificación, la constancia de querer mejorar el estado físico y entender que se puede elegir libremente otro modo de encarar el cuidado del cuerpo y de la salud. Pero siempre comienza con un principio: olvidarse del “no puedo” y concentrarse en el “voy a lograrlo”.
Es necesario comenzar a pensar en otras maneras de alimentarse y en el movimiento para mantener al cuerpo saludable. Aprender a usar conductas alternativas en lugar de comer frente a determinadas sensaciones o sentimientos como el enojo, el aburrimiento, el resentimiento o la frustración.
Para llegar a una dieta ideal, la clave para adelgazar y mantenerse es realizar un plan de alimentación equilibrado, establecer un compromiso real con uno mismo y llevarlo a cabo con perseverancia. Si se desea lograr un descenso de peso razonable, de medio kilo por semana, no existen fórmulas fáciles para adelgazar, ni resultados mágicos.
Sí existe un tipo de magia personal: aceptar el problema de la obesidad, elegir realmente el cambio, optar por un tratamiento integral que implique una nueva forma de comer y de disfrutar de lo que se come. Es un proceso paulatino y tranquilo de modificación de hábitos, con los que se puede después continuar de por vida, sin sentimientos de privación. Tiene que ser personalizado y estar diseñado de acuerdo a los gustos, posibilidades económicas, horarios y actividades de cada persona.
Es importante modificar progresivamente los hábitos. Aportar como mínimo 1200 calorías por día y ser equilibrado en las ingestas de vitaminas y minerales. Evitar la prohibición de alimentos: controlar la frecuencia y el tamaño de las porciones.
En un plan de alimentación volumétrico se busca más volumen y más nutrientes. Se combina la calidad nutricional de los alimentos que lo componen con otro factor igualmente importante: la saciedad, única forma posible de sostener la dieta en el tiempo. Los ejes de esta dieta son el volumen, la frecuencia con la que usted come y el tiempo que le dedica a cada ingesta.
Es recomendable disminuir la porción, saborear la comida, comer lento, masticar más, concentrarse y organizar los bocados en tamaños chicos. A su vez, aumentar el volumen de legumbres, hortalizas y frutas, de líquidos sin calorías e incorporar alimentos aireados tales como suflés, batidos y soda. En lo que respecta a composición, en líneas generales más proteínas y menos grasas saturadas, menos azúcares y harinas, menos sal y menos alcohol.
* El doctor Alberto Cormillot es un reconocido médico argentino especialista en obesidad, educador para la salud, escritor y conferencista. Fundó y dirige la Clínica de Nutrición y Salud que lleva su nombre, Dieta Club, la Fundación ALCO (Anónimos Luchadores Contra la Obesidad) y el Instituto Argentino de Nutrición, desde donde asesora a industrias para la elaboración de productos dietéticos y saludables.
Fuente: www.infobae.com