Las enfermedades en las plantas no se dan de forma fácil, son el resultado de una mala praxis en sus cuidados específicos.

No hay un momento específico, pero, las enfermedades en las plantas suelen manifestarse en los meses de invierno y verano. En los meses de frío es probable que sé dé por la falta de luz como el exceso de riego en periodo de descanso vegetativo.

1. Hojas amarillas

Las hojas amarillas son el síntoma de enfermedades en las plantas más sencillo de identificar y el más conocido. En líneas generales, suele responder a un problema de riego o de humedad. Y no solo a un exceso: también la falta de agua puede manifestarse cambiando la tonalidad de las hojas.

Si bien las hojas amarillas están ligadas a cuidados relacionados con el agua, también pueden manifestar otras carencias como falta de abono, iluminación incorrecta o, entre otros, dureza del agua.

2. Hojas que se caen

Ver cómo nuestra planta pierde hojas es, siempre, un motivo de alerta. Pero discriminemos: una cosa es que pierda las hojas viejas, que han llegado al final de su ciclo; y otra que pierda hojas sanas. Hay un buen número de razones que motivan que una planta pierda sus hojas: una falta de agua, un exceso de sol o estar sometida a una corriente de aire frío. Nuevamente, nos tocará hacer revisión de las condiciones de cultivo y modificarlas hasta dar con el motivo que está poniendo en peligro nuestra planta.

3. Tallos que se espigan

Es lo que se conoce como etiolación si bien puede darse en cualquier planta, es cierto que es mucho más espectacular en el caso de las suculentas. Esto hace referencia a que cambian de forma habitual. Cuando nuestra planta espiga sus tallos, nos está indicando que no recibe la luz que necesita, la solución es cambiarla a un lugar más luminoso.

4. Tallos blandos

La pesadilla de cualquier amante de las plantas es descubrir que está blando. Cuando eso sucede, nuestra planta ha comenzado a pudrirse desde las raíces.

5. Bordes y manchas marrones

Ambos síntomas nos indican una falta de humedad ambiental. También pueden ser indicativo de que nuestra planta ha recibido sol directo sin tolerarlo. Dos problemas de fácil solución, ya que con pulverizar la planta o cambiarla de lugar se podrá encauzar de nuevo su cultivo.