La cuestión de los productos libre de derivados animales cobra cada vez más fuerza entre los consumidores. Aquí, todo lo que tenés que saber para identificarlos y para conocer cómo comprar.
Aunque definitivamente hay un área donde ambas categorías se superponen, que un producto pertenezca a una no nos asegura que pertenezca a la otra. Es importante entender qué es el veganismo para poder entender cómo afecta a los cosméticos y demás productos de uso personal. Se denomina veganismo a la abstención del consumo de productos de origen animal y de sus derivados. Siguiendo esta línea, entonces, el maquillaje vegano es, simplemente, todo producto que no contenga ningún derivado animal en su composición. Carmín, cera de abejas, keratina y colágeno, son algunos de los derivados animales que con mayor frecuencia pueden hallarse en cosméticos.
¿Qué es mejor?
¿Es mejor el maquillaje vegano? No necesariamente. Elegir un producto que sea o no vegano en general no tiene que ver con su calidad si no con las cuestiones éticas bajo las cuales fue manufacturado. Hoy por hoy, cada vez más marcas se inclinan por este tipo de formulación, por lo que la cuestión del maquillaje vegano ya no es algo de nicho reservado para personas veganas sino algo más accesible para la población general.
¿Cómo lo identificamos?
Sin embargo, es una realidad que puede ser difícil lograr identificar si un producto es vegano o no. Muchas de las marcas que lo son eligen promocionarse como tal, por lo cual será cuestión de leer sus redes sociales o páginas web en busca de la información. Generalmente, si no se dice de forma clara que algo es vegano, es muy probable que no lo sea. Otra forma de identificar de forma rápida es buscar en el packaging. Hay sellos asociados al veganismo que pueden ser incluidos en las cajas para lograr una más rápida identificación. Además de vegano, puede decir vegan-friendly, apto vegano, y otras variantes.
Generalmente hablando, los productos que logran acceder a un sello probando su origen vegano son, además, cruelty free, pero no podemos decir lo mismo al revés. Es decir, que un producto sea certificado libre de crueldad no es indicador de si es vegano o no.
Más allá de las cuestiones éticas detrás de elegir un producto vegano o no, el mensaje más importante detrás de estas denominaciones y etiquetas es la responsabilidad que se tiene, como consumidores, de ser conscientes de lo que compramos, de lo que colocamos en nuestra piel y de las empresas que financiamos. Después de todo, el simple hecho de que los productos veganos se hayan vuelto masivos dejando atrás su lugar de “producto de nicho” es una gran indicación de que los consumidores se han vuelto más responsables y más interesados en conocer qué hay detrás de una simple compra en la perfumería.