El amor por los alfajores no depende sólo de la comodidad para consumirlos sino también de los ingredientes.
El alfajor tiene una celebración propia y dura una semana entera, del 1º al 7 de mayo. Según datos proporcionados por la Asociación de Distribuidores de Golosinas, Galletitas y Afines (ADGYA), en el 2021 se vendieron 6 millones de alfajores por día en la Argentina. Incluso, la proyección para este año es de 10,5 millones diarios.
De acuerdo con la encuesta que realizó UKRA a 112 mil kioscos de todo el país, Guaymallén es la marca más elegida, seguida por Jorgito y Tofi. Más atrás aparecen Mini Torta Águila, Milka Oreo, Terrabusi Triple Torta, Jorgelín, Bon o Bon, Fantoche y Capitán del Espacio.
Un poco de historia
Según Jorge D’Agostini, autor de «Alfajor Argentino, historia de un ícono» esta preparación ya era popular hace 200 años, cuando lo vendían sólo los vendedores ambulantes, pero su éxito comercial llegó recién hace unas décadas.
«La parábola de éxito del alfajor no es cosa de un día y su historia llega a su esplendor cuando con la industrialización empresas familiares apuestan a producirlo a gran escala como es el caso de Fantoche, Guyamallén y Jorgito, generando un consumo masivo que trasciende aún hoy los conocidos en las confitería»,
«Eso, sumado a la gran inserción en los kioscos de los colegios en la década del 80, más la gran aparición de la máxima creación en alfajores, «el Triple», han hecho que esta tan rica golosina sea la mas consumida por los argentinos», agregó Claudio Messina, representante de Fantoche.
El amor por los alfajores no depende sólo de la comodidad sino también de los ingredientes: pueden ser de maicena, crocantes, esponjosos, de masa de chocolate, cubiertos con chocolate o cobertura de azúcar.
Hay quienes los prefieren rellenos de dulce de leche o de mousse de chocolate, pero para los más aventureros se lanzaron versiones hasta con Fernet. También con membrillo, peras, duraznos, higos y frutos rojos, o sabores locales, desde calafate en la Patagonia hasta turrón en el NOA.
«La diversidad de recetas tiene que ver con que, muchas veces la falta de ingredientes lleva a reinterpretar las recetas con los que se encuentran en las regiones donde se intenten cocinar», señaló D’Agostini a minutouno.com.
«Así, Córdoba famosa por su histórica producción de mermeladas los rellena con fruta y, por ejemplo, Tucumán, primer productor de caña de azúcar, usará miel de caña, y el noroeste será el precursor en los alfajores de maíz (la «maicena», que es una harina fina de maíz)», apuntó.
Ya sean caseros, comprados, industriales o de elaboración propia, los alfajores siempre tienen público, tanto local como extranjero porque son el regalo perfecto que representa al país en el mundo.
Fuente: www.lt10.com.ar