Este dicho popular es una recomendación válida y está vinculada con la forma en que impacta el estrés en la salud.
Mi mamá me decía “Dani, no te hagas mala sangre”. Con el tiempo, con el estudio y la medicina me di cuenta que era cierto. Cuando uno sufre, cuando uno la pasa mal, cuando uno tiene emociones negativas, cuando uno tiene estrés crónico, la sangre se hace mala. Definitivamente, aparecen sustancias medibles científicamente que se llaman sustancias proinflamatorias. Por ejemplo, las llamadas interleucinas proinflamatorias, el factor de necrosis tumoral Alfa, la proteína C reactiva.
Le cuento esto para dar fortaleza a la noción que dice que, cuando usted la pasa mal, la sangre se hace mala y esas sustancias inflamatorias condicionan enfermedades, como el infarto agudo de miocardio, la angina de pecho, las arritmias cardíacas y accidente cerebrovascular (ACV).
Espero que sirva para pensar un poco y tomar decisiones vitales para vivir mejor. En medicina del estrés, cuando trabajamos con pacientes estresados, algo muy corriente en esta época, tiene mucho que ver con la realidad. Pero le digo algo: para nosotros la realidad no existe. La realidad son los hechos interpretados desde nuestros propios procesos psíquicos. Lo que es estresante para Juan no lo es para Pedro. ¿Por qué? Porque cada uno hace su propia evaluación de la realidad. Es muy común que las personas vean fantasmas donde no los hay. Quiero decir que esto tiene que ver con la subjetividad en la Vida.
Hay un área en la medicina que se llama psiconeuroinmunoendocrinología, PNIE. Porque psico, es mente; neuro es sistema nervioso; inmuno, es inmunidad, defensa del cuerpo; endocrinología, significa hormonal. ¿Qué quiere decir?. Que todo está relacionado con el cuerpo. Pero lo más importante es que empieza con la P, que quiere decir lo psicológico. Lo que le pase a usted en la mente le pasa al cuerpo. Por eso es muy importante la percepción y ver la realidad del mejor modo posible para nosotros sentirnos bien.
La mayoría de las personas se hacen problema por cuestiones que no lo merecen. Esto es importantísimo: tratemos la realidad para que sea lo más benigna posible para nuestros intereses emocionales. Recuerde que la percepción es algo subjetivo y esa diferencia no es solamente académica, no es para una clase en la facultad es para saber que yo puedo cambiar mi realidad si cambio mi percepción. Recuerde: no importa lo que sucede sino lo que yo creo que sucede. La realidad es subjetiva.
Entonces mucho depende de la personalidad. ¿Qué es la personalidad? La personalidad es nuestra conducta estable en el tiempo, es decir, lo que nos caracteriza de forma longitudinal, lo que hace que uno sea de tal modo. Es nuestro modo de ser. Y resulta que hay personalidades o modos de ser que están más predispuestos al síndrome del estrés o que se estresan con más facilidad.
Hay que entender que vivir el momento presente, apreciar el valor de la comunicación y evitar los pensamientos distorsionados puede salvarnos. Parte del estrés tiene que ver a veces con el adelantarnos a las cosas que aún no han sucedido.
Se trata de una característica única del ser humano, puede visualizar su futuro. El tema es que cuando una persona ancla su vida y sus pensamientos en el pasado va a tener tendencia a la melancolía y a la tristeza. Si en cambio se ancla al futuro, su tendencia será hacia la ansiedad y al estrés. Churchill dijo que se había pasado la vida preocupándose por cosas que nunca sucedieron.
Vivir el presente es un remedio a muchos de los problemas que nos aquejan no es una frase hecha. Hay para mí, una gran frase que es de gran ayuda. Y es una frase de barrio, no salió ni de un laboratorio ni de una síntesis molecular. La gente lo dice mucho y es una síntesis que lo simplifica todo: ‘es lo que hay’. Para él ahí está una de las claves de la salud y el bienestar.
Fuente: www.infobae.com