Para combatir las situaciones traumáticas, nuestro organismo gasta mucha energía. Cómo impacta en el cerebro, el corazón y los músculos.
Cómo reacciona el cuerpo frente al estrés? Me refiero al estrés agudo, cuando usted se enoja mucho con alguien o tiene una discusión fuerte. En el cerebro, podemos decir que el lóbulo frontal es el que está vinculado a lo racional, y adentro está el cerebro olímpico, donde encontramos todo lo relacionado con lo emocional.
Estas dos partes funcionan en articulación. Cuando mentalmente por una relación entre la razón y la emoción, usted se estresa, que puede ocurrir por un enojo intenso o un ataque de ira, su cuerpo reacciona frente a lo que denominamos estrés agudo.
En esos casos su cuerpo se va a preparar para dos condiciones: para luchar o pelear con el otro. Huir del otro metafóricamente, para escapar de ese otro, una persona o una situación que es una amenaza, para esa huida usted tiene que mover mucho el cuerpo y gastar mucha energía. En ese momento es cuando se desarrolla la reacción física de estrés agudo.
Frente a ese evento intenso, como usted siente que tiene que correr o huir, el corazón va a ir más rápido porque va a necesitar más sangre para los músculos. La presión arterial va a subir porque va a necesitar más presión para irrigar a los músculos para luchar o para huir. También se altera el azúcar en sangre, que es un combustible, y los niveles de azúcar se elevan porque usted necesita más combustible para los músculos.
Lo mismo ocurre con los niveles de lípidos, las grasas, los triglicéridos y el colesterol. Por eso el estrés si se hace crónico, le hace mal a cualquiera o al que tiene diabetes o al que tiene colesterol elevado.
Como respuesta al estrés agudo los músculos se tensionan, para la lucha o para la huida, y lo mismo ocurre con la frecuencia respiratoria. Usted va a respirar más rápido, ese fenómeno se llama taquipnea, usted va a necesitar más oxígeno para que ingrese a la sangre para correr, para luchar o para huir.
El estrés también afecta la visión, la pupila, lo que todos conocemos como lo negro del ojo, se va a agrandar porque en una situación de estrés agudo el cuerpo se prepara para estar alerta y ver mejor, sobre todo de noche.
Todos estos cambios son producto de la estimulación del sistema nervioso para la lucha o para la huida, estas reacciones son habituales cada vez que una persona tiene una situación de estrés agudo.
Incluso es normal, el hecho de que la sangre va a redistribuirse y se va a dirigir a las zonas que el cuerpo más la necesita: el cerebro, el corazón y los músculos. Por eso mismo, la sangre va a estar en menos cantidad donde menos la necesitamos: en la piel, por eso cuando uno se estresa y está enojado, sus manos están frías porque los vasos sanguíneos de la mano se hacen más finos, ese fenómeno se llama vasoconstricción, y es normal tener esta reacción.
Para concluir, es normal reaccionar de esta manera ante el estrés, pero es caro emocional y físicamente. Por eso, cuanto menos veces en su vida reaccione con ira o estrés agudo, es mejor para su bienestar mental, psicológico y emocional. Después de esta nota, ya sabe cuáles son los costos.
* El doctor Daniel López Rosetti es médico (MN 62540) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Presidente de la Sección de Estrés de la World Federation for Mental Health (WFMH). Y es autor de libros como: “Emoción y sentimientos” (Ed. Planeta, 2017), “Equilibrio. Cómo pensamos, cómo sentimos, cómo decidimos. Manual del usuario.” (Ed. Planeta, 2019), entre otros.
Fuente: www.infobae.com