A través de investigaciones se han encontrado puntos de contacto entre el sueño de los perros y el de los humanos. Se pudo comprobar, por estudios electroencefalográficos, que nuestros perros, igual que nosotros, rememoran durante el sueño las actividades más simples, sencillas y comunes que han llevado a cabo durante el día y que han impactado fuertemente sobre sus emociones dentro de su “modo perro” de vida.
De esa forma, como primera similitud, durante la etapa más profunda del sueño, la fase REM (Rapid Eye Movement), los ojos de los perros se mueven bajo los párpados, como los de los humanos.
Un estudio reciente ha confirmado lo que hasta ahora era una simple suposición: los perros sueñan mientras duermen y en muchos casos lo hacen recordando las actividades del día que han impresionado fuertemente sus emociones, desde una persecución a otros perros hasta el juguete que han disfrutado.
En sus sueños, queda reflejado su mundo de perros, con sus actividades y su entorno. Pasa lo mismo que con los seres humanos. Esta coincidencia no ha sido la única reflejada en los trabajos de Stanley Coren, psiquiatra que dedicó su vida al estudio de la conducta canina en la Universidad de Columbia. Sus trabajos afirman que durante la fase REM del sueño, la más profunda, los perros pueden gruñir, gemir o mover las patas, como si estuvieran corriendo, mientras duermen.
La única diferencia entre los cerebros humano y canino, es el mayor desarrollo en el del ser humano, pero ambos funcionan bajo el mismo esquema.
Durante el estudio se pudo concluir que los perros sueñan más durante su infancia con sueños más cortos, pasando, los cachorros, una mayor parte de su sueño en la fase REM, con respecto a los adultos.
La gran carga de estímulos y la enorme cantidad de información nueva, genera un estado de ansiedad especial en el cachorro que se “resetea” en el sueño. Cuando el perro crece y se hace adulto, tiene menor cantidad de “novedades” lo que habilita sueños más largos y en menor cantidad.
La recomendación, igual que sucede con los humanos, es no despertar a los perros mientras están en la fase REM del sueño, aquella en la que hacen ruidos y se mueven, ya que podrían asustarse al tener un despertar brusco desde el sueño más profundo y sufrir palpitaciones.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
Fuente: www.infobae.com