Las frutas de estación en esta época del año son especialmente variadas, entonces, por qué no aprovechar para sumar un hábito sano como es consumir más.
Estos días son ideales para consumir alimentos más naturales y frescos, por ejemplo, frutas, licuados, batidos, jugos. Porque, además de una dieta saludable, baja en grasas, azúcares y sodio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir más de 400 gramos de frutas y verduras al día para mejorar la salud general y reducir el riesgo de ciertas enfermedades no transmisibles.
Los argentinos no llegamos a cubrir ni la mitad de ese requerimiento. Así que podemos aprovechar el verano para adquirir un nuevo hábito, sumar aunque sea una fruta más al día.
Te cuento los beneficios de algunas de ellas que en verano se encuentran en su punto justo de maduración. Los frutos rojos son frutos con un alto contenido de antioxidantes y las antocianinas que las componen son ideales para reducir el riesgo de enfermedades del tipo cardiovascular. Además estas frutas contienen también otros antioxidantes potentes y vitamina C. Este nutriente es esencial para la formación del colágeno, la proteína más importante del cuerpo y también es muy importante para la maduración del sistema inmune.
Por otra parte, resulta un punto muy a favor la gran versatilidad que ofrecen los frutos rojos porque podés consumirlos al natural, como snack y también incluirlos en tus recetas de postres. Incluso podés preparar con ellos unos batidos superricos y muy nutritivos.
Melón, sandía y ananá: Contienen gran cantidad de agua en su composición por lo que ayudan a reducir el riesgo de deshidratación. Es muy necesario recordar que la deshidratación es una condición extremadamente peligrosa ya que se ha demostrado que puede resultar incluso fatal en los adultos mayores. Las olas de calor causan estragos en las edades extremas de la vida.
Por este motivo, además de controlar la ingesta de agua, es conveniente consumir alimentos que estén conformados en su mayoría por líquidos, este es el caso del melón y la sandía, pero no solo son beneficiosos por eso, sino que también contienen antioxidantes que son fundamentales para la prevención de ciertas enfermedades.
Te quiero proponer el desafío de consumir una fruta más al día.
Por otra parte, el consumo de fruta es un tema que nos preocupa muchísimo a las mamás. Cómo hacer para que mi hijo coma frutas y verduras. Lo primero que tengo para decirte es que tengas mucha pero mucha paciencia porque primero tenemos que jugar con las formas, pensar primero en variedad y no en cantidad, porque los chicos comen poco y en variedad, de diferentes colores.
Otro tema importante es dejarlos participar de la selección de los alimentos, para que así aumente su interés. Por ejemplo, podemos llevarlos a la verdulería con nosotros y decirles que elijan un alimento nuevo para probar. Después en casa se pueden poner a jugar un rato y hacerlos participar de la preparación que luego van a probar.
El 40% de los niños de nuestro país tiene algún problema de sobrepeso u obesidad y, entonces tenemos que empezar a prevenir.
La alimentación también entra por los ojos; no es lo mismo un plato que se ve todo mezclado y sin forma a tener un plato todo divertido. Por eso, propongo armar una cubetera con frutas y verduras.
Para mezclar vegetales con comida vamos a necesitar una cubetera, cualquiera que tengamos en casa. Abrí la heladera y prepará un plato con un montón de frutas de colores de las que quieras que los chicos prueben y en otro podés poner tomates cherry, zanahorias, jamón, carne… lo importante es que haya variedad y no cantidad.
Cuantos más colores tenga, más nutrientes. Lo importante también es que te vean que vos estás comiendo las frutas y verduras con ellos.
Hamburguesas caseras de carne con el interior lleno de verduras
Necesitamos carne picada, la más magra que consigas. Asegurate de que esté bien cocida y que no quede nada de sangre. Con todas las verduras que tengas en tu casa, las picas para que los chicos no se den cuenta y si tenés hijos que se dan cuenta, las rallás. Por ejemplo: morrón rojo, morrón verde, morrón amarillo, zanahoria rallada, manzana rallada, brócoli rallado y tomate. Todo mezclado entre la carne y los chicos no se van a dar cuenta para que se unan todos los alimentos y le vamos a dar forma de hamburguesa.
Tienen que estar bien cocidas vuelta y vuelta. Podés agregarles queso, lechuga, tomate, lo que a vos te guste.
*Romina Pereiro es licenciada en nutrición (MN 7722)
Fuente: www.infobae.com